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El Papa Francisco retira sueldo y apartamento a cardenal estadounidense por "acciones que desunen a la Iglesia"

La semana pasada, el Papa Francisco informó a los jefes de los dicasterios vaticanos que se avecinan «medidas de naturaleza económica y penas canónicas» para el cardenal Raymond Burke, revocándole el derecho a un departamento subsidiado en el Vaticano y a un salario. 

Así lo informó esta semana un alto funcionario del Vaticano a medios italianos. 

 

Se trata de la segunda sanción de este tipo contra un alto prelado norteamericano este mes.

Una fuente vaticana, que habla bajo condición de anonimato, ha confirmado algunos aspectos de la reunión en el Vaticano, cuando el Papa realizó el anuncio en la mañana del 20 de noviembre, en el Palacio Apostólico, durante una reunión con los jefes de la Curia Romana.

El Papa Francisco cita a Burke, cardenal crítico a su Pontificado, indicándolo como artífice de acciones que «desunen la Iglesia».

El funcionario presente en la reunión negó las noticias de varios medios de comunicación que indicaban que el Santo Padre había llamado «enemigo» al purpurado, pero sí confirmó que habría anunciado sanciones, refiriéndose revocar el acceso al un amplio apartamento y salario. 

El prefecto emérito de la Signatura Apostólica es uno de los cinco purpurados que lanzaron en diversas ocasiones las llamadas Dubia, es decir, las dudas sobre el proceso del Sínodo y sobre el anterior dedicado al Amazonas. El cardenal Burke acusó al Papa Francisco de provocar un cisma en la iglesia católica y de tomar decisiones contrarias a la doctrina católica. No obstante, el purpurado experto en derecho canónico siempre ha negado ser un enemigo del 266º Sucesor de Pedro y lanzar sus acusaciones por «amor a la Iglesia».

El pasado 3 de octubre, antes del Sínodo, el cardenal Burke participó como relator principal de una conferencia titulada: La Babel sinodal, organizada en Roma por La Bussola Quotidiana. En Esa ocasión el purpurado enfatizó sus argumentos contra la sinodalidad y entró en polémica directa con el nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Víctor Fernández. El cardenal estadounidense aseguró: «Las ovejas dependen de la valentía de los pastores que deben protegerlas del veneno de la confusión, del error y de la división».

El cardenal Burke se ha unido a otros cuatro altos prelados conservadores en la emisión de preguntas formales al Papa, pidiéndole que aclare cuestiones de doctrina. Por ejemplo: pidieron que esclarecer su acercamiento a los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente, y que ya el Santo Padre dilucidó en la exhortación apostólica Amoris Laetitia, considerada por el ala conservadora eclesial como una «no respuesta» a las Dubia; bajo un tajante «si o no». Previo al Sínodo esos cardenales han presentado más dubias.

El Papa respondió sobre la bendición de parejas homosexuales y la ordenación de mujeres. Sus respuestas, publicadas el 2 de octubre en el sitio web del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, llegaron después de una carta enviada el 10 de julio. El Papa abordó la idea de la Iglesia sobre el matrimonio, reafirmando que es una unión exclusiva entre un hombre y una mujer, pero subrayó la necesidad de una caridad pastoral que atraviese todas las decisiones, evitando ser jueces excluyentes. En cuanto a la bendición de parejas homosexuales, expresó que la prudencia pastoral debe discernir si dichas bendiciones transmiten una concepción errónea del matrimonio.

En este contexto, el cardenal Burke es considerado un punto de referencia clave para los tradicionalistas en la Iglesia, especialmente en los Estados Unidos, megáfono de las críticas al Papa Francisco. Esta posible sanción será la segunda que involucra a un prelado estadounidense este mes. El 11 de noviembre, el Pontífice destituyó a otro crítico conservador, el obispo Joseph Strickland de Tyler, Texas, después de que Strickland se negara a renunciar tras una investigación del Vaticano.

Algunos observadores en el Vaticano consideran estas acciones del Papa como una advertencia contra los voceros de ciertas causas divisorias y agresivas, o fomentadores de diatribas. En agosto, el Papa Francisco había anticipado su desaprobación por estas actitudes. «He comprobado que en los Estados Unidos la cosa no es fácil: hay una actitud reaccionaria muy fuerte, organizada, que estructura una pertenencia incluso afectiva. A estas personas quiero recordar que el indietrismo es inútil, y que es necesario comprender que existe una justa evolución en la comprensión de las cuestiones de fe y de moral», afirmó el Papa en su encuentro del 5 de agosto con los jesuitas de Portugal.

El Pontífice desde el inicio ha pedido que los pastores, sean pastores, y no «guerreros culturales». «Detrás de Burke se vislumbra la figura de personajes e instituciones estadounidenses, pero también europeas, que consideran a Francisco un peligro», afirma el analista político Massimo Franco. «El cardenal se ha defendido en varias ocasiones de la acusación de formar parte de la organización política de Steve Bannon, uno de los ideólogos de Donald Trump. Pero ha cruzado y frecuentado a Bannon durante mucho tiempo a través del Instituto Dignitatis Humanae»: «una asociación creada para ayudar a los parlamentarios europeos a seguir los preceptos de la ley moral», explicó el propio cardenal Burke en una entrevista con el New York Times en noviembre de 2019. Franco subraya que las críticas contra el Papa son inmutables en el tiempo y las ultimas demuestran que hay sectores eclesiales que buscan posicionarse para un futuro Cónclave.

Raymond Burke ha prologado un panfleto tradicionalista que trata de hundir el Sínodo