Robert De Niro recibió un golpe el jueves luego de que un jugara de Nueva York declaró culpable a la compañía del actor, Canal Productions, de discriminación de género y represalias contra la ex asistente Graham Chase Robinson.
El veredicto exime al actor de los actos de su compañía sin embargo la empresa deberá pagar más de $1.2 millones a su ex asistente personal.
Además, en el fallo final se explica que De Niro, pese a ser el dueño de la compañía, no era el responsable directo de los abusos e indicó que Canal Productions tenía pagarle a Robinson dos sumas de $632.142.
Graham Chase Robinson fue la asistente personal de De Niro de 2009 a 2019, año en que su renuncia provocó una demanda de $6 millones en su contra por parte de la empresa.
De Niro estuvo presente en tres de los catorce día que duró el juicio y presentó su testimonio en dos de ellos. Por su parte, Robinson indicó que tanto el actor como su novia, Tiffany Chen, convirtieron su trabajo en una pesadilla y conspiraron en su contra. Mientras que la pareja argumentó que la demandante presentó un "problema" debido a sus ambiciones.
Asimismo, el actor afirmó que a petición de Robinson le incrementó su salario de menos de $100.000 anuales a $300.000 y le dio el cargo de Vicepresidenta de Producción y Finanzas.
El reconocido interprete también indicó que su ex asistente le había robado cerca de $85.000 en millas aérea, además de vulnerar la confianza y las reglas no escritas de la compañía.
El litigio entre las partes se da desde 2019, cuando Robinson renunció a su puesto en Canal Productions como vicepresidenta de Producción y Finanzas y la empresa la demandó por $6 millones. Además, la causó de usar indebidamente las tarjetas de crédito de la compañía para su uso personal, robar millas de viajero frecuente y ver Netflix en exceso durante el tiempo laboral.
Por su parte, los abogados de la ex asistente de De Niro describieron los alegatos del actor como "abusivos" y "llenos de falsas acusaciones diseñadas para impedir que Robinson persiga sus reclamos, destruir su reputación y aniquilar sus perspectivas de empleo".
La demanda de Robinson en contra de De Niro y Canal Productions se debió por discriminación de género al indicar que el actor se dirigió con comentarios sexistas y le asignó tareas estereotipadas.
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