El español Luis Enrique, entrenador del Paris Saint-Germain francés, tiene 53 años de edad y, como si aún jugara, exhibe un estado físico impecable.
Claro que no se trata de una causalidad, sino que es resultado de diferentes actividades que realiza cuando tiene tiempo. Conoce cómo el triatlón, la dieta y la perseverancia mantienen joven al estratega del costarricense Keylor Navas.
Retiro profesional, pero no deportivo
Después de 15 años de carrera y más de 700 partidos, Luis Enrique colgó los botines a mediados del 2004. Sin embargo, tras casi 20 años de aquel hito, el ahora entrenador del PSG nunca abandonó el ejercicio.
Más allá de su actividad profesional, siempre ligada al fútbol y con grandes éxitos como entrenador, no tardó en hallar otros deportes que lo mantuviesen activo. Tanto es así, que a la edad de 53, luce un físico envidiable y una excelente forma, lo que le valió elogios del reconocido médico deportivo Antonio Escribano.
«Está para jugar», comentó el nutricionista, luego de realizar pruebas de condición física al plantel de la selección española previo al Mundial de Qatar. Enrique se retiró del fútbol a los 35 años y encontró un conjunto de aficiones deportivas que podrían resumirse en la palabra «triatlón».
La rutina de Luis Enrique para verse joven a los 53
El exfutbolista de la selección española, con la que logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, siempre fue cercano a los cuidados físicos. Sin embargo, no cualquier jugador mantiene una plena forma tras el retiro.
Luis Enrique continuó llevando una vida saludable, hasta encontrarse con un cuerpo fitness en la actualidad, pasados los 50. Su gusto por el ciclismo, las maratones y el triatlón son las claves principales en su rutina. Además, el entrenador mantiene una alimentación equilibrada, sobre la que brinda información ocasional en sus redes sociales.
Running y maratones
El primer deporte de Luis Enrique como exfutbolista fue el running. Apenas colgó los botines, se encontró con su nueva afición; primero, con carreras de 10 kilómetros, luego con medias maratones. Con preparación y práctica, alcanzó a disputar la maratón de Sables, una exigente carrera que atraviesa complejos paisajes del desierto marroquí.
Aunque «Lucho» no estaba habituado a largos trayectos, ya que en el fútbol predominan los piques cortos, se fue adaptando a las carreras con decenas de kilómetros. En 2007 participó en la maratón italiana de Florencia, de 42 km y 195 metros de distancia. Su objetivo era completarla en menos de tres horas y lo logró: cumplió un tiempo de 2:57:58 horas.
Además, corrió la media maratón en Australia y en Nueva York. De esta manera, se convirtió en todo un runner, más allá de entrenar en cinta o como aficionado.
Ciclismo
Su otra gran afición es la bicicleta, con la que genera resistencia y ejercita los músculos del tren inferior. El ciclismo es efectivo como entrenamiento cardiovascular y para quemar grasa.
Además, el entrenador tampoco se lo toma como un simple hobby; también se ha puesto en forma para competir y participar en complejos circuitos. Por ejemplo, las subidas de puertos como Mortirolo, Gavia de los Alpes y Stelvio, reconocidas por su dificultad.
Esta actividad es una de las razones principales por las que Luis Enrique mantiene un físico juvenil. Además, el ciclismo contribuye a reducir la mortalidad por diversas causas.
Triatlón
El ex entrenador del Barcelona combina sus dos actividades previas con la natación para competir en circuitos de triatlón. Por ejemplo, en el Ironman de Frankfurt, carrera organizada por la Corporación Mundial de Triatlón (WTC).
Luis Enrique entrenó y completó la prueba en 10 horas y 19 minutos. La misma consistió en 3,86 kilómetros de nado, 180 km de ciclismo y una maratón de 42 kilómetros más.
Luis Enrique y su alimentación
En sus redes sociales, «Lucho» suele comentar algunos detalles de su dieta, como el hábito de ingerir seis huevos y un conjunto de verduras antes de los partidos. Si bien no es recomendable tal cantidad, el entrenador se encuentra monitoreado por especialistas que acompañan su salud y nutrición.
Para el resto de las personas, la mayoría de las investigaciones sugieren limitar la ingesta a un huevo diario, como máximo, sin superar los 300 miligramos de colesterol. No obstante, quienes padecen colesterol elevado deben reducir la ingesta a cuatro huevos semanales como máximo.
Además, ha comentado alguna vez que practica ayuno intermitente. No lo hace de manera regular, sino más bien como una práctica aleatoria.
"Lo hago de manera espontánea, cuando me apetece. No tengo un hábito, va en función de cómo me sienta. Lo que sí hago es que si no tengo hambre, no como o no desayuno", indicó el estratega.
¿Todo es nutrición regulada? Claro que no. Reconoce que, de vez en cuando, se permite una cerveza en ocasión de ciertos festejos.
Fuente: mejorconsalud.as.com
