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Francia prohíbe los vuelos internos cortos si hay alternativa en tren

Francia ha puesto fin a los vuelos internos que pueden realizarse en tren en menos de 2 horas y media. 

El pasado 23 de mayo, el Senado aprobó definitivamente la ley para la suspensión de estos vuelos como parte de un proyecto más amplio sobre el clima que pretende reducir las emisiones de carbono francesas en un 40% en 2030 con respecto a los niveles de 1990. 

Por el momento, dejan de tener conexión directo los vuelos entre París-Orly y Nantes, Lyon y Burdeos dejan de tener conexión directa, aunque podrán seguir operando los vuelos de conexión entre estas rutas. Según el decreto, además, los trayectos deben cubrir los destinos con frecuencias y horarios suficientes y apropiados y permitir al viajero estar en la ciudad de destino al menos ocho horas.

En consecuencia, quedan excluidos algunas líneas como la conexión entre Rennes y Lion por la falta de alternativa que cubra el trayecto en tren a primera o a última hora del día. A medida que se mejoren las rutas ferroviarias y sus horarios, los vuelos quedarán gradualmente prohibidos en base a esta ley.

Los vuelos entre París-Lyon, París-Nantes y París-Burdeos que ahora van a estar prohibidos ya dejaron de ofertarse por Air France después de que el Gobierno francés le otorgase una ayuda económica de 4.0000 millones de euros a cambio de suspender esas rutas durante la pandemia. A pesar de las críticas, para la ministra de Industria, Agnes Pannier-Runacher, no existe una contradicción entre el rescate y la ley del clima: "Sabemos que la aviación es un contribuyente de dióxido de carbono y que debido al cambio climático debemos reducir las emisiones. Igualmente, debemos apoyar a nuestras compañías y no dejar que se queden en el camino", afirmó.

¿A QUÉ RUTAS AFECTA?

En un inicio se tenía que aplicar a cinco de las 108 rutas nacionales de Francia: de París-Orly a Burdeos, Lyon, Nantes y Rennes y de Lyon a Marsella. Por el momento, son solo tres. Los vuelos desde París Charles de Gaulle, además, no se ven afectados.

Esta iniciativa es solo el último intento de Francia por reducir las emisiones de carbono que generan los aviones. Algunas aerolíneas ya se han comprometido por su propia cuenta a reducirlas, mientras que por parte de los consumidores, ya se estaban viendo señales de cambio en 2019, donde el tren tomaba más protagonismo. Otras ideas que se barajan son prohibir los vuelos con conexiones de tren de menos de cuatro horas, e incluso prohibir la construcción de nuevos aeropuertos y la ampliación de los existentes. Aunque de momento se atienden a las 2 horas y media.

El ministro de transportes francés, Clement Beaune, ha afirmado en su cuenta de Twitter que la publicación de la norma es “una gran señal y una primicia mundial”: “Conseguir la neutralidad de carbono supone reforzar intensamente nuestra acción en materia de descarbonización de los transportes, que representan el 30% de las emisiones”.

Con la aprobación de este proyecto de ley, a nivel práctico habrá más conectividad entre la red de trenes y de aviación y quizá una disminución del precio, así como un mejor despliegue de la red ferroviaria francesa. De cara al viajero internacional, se espera que la tramitación de esta ley promueva una política de billetes de tren más barata, mayor conectividad ferroviaria entre las diversas urbes y, pese a la crisis derivada de la COVID-19, una descentralización de los vuelos a este país, propiciando más líneas directas internacionales a las principales urbes del país.