Estados Unidos anunció un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, por valor de 2.600 millones de dólares, que incluye “capacidades importantes para la defensa aérea y para contrarrestar los sistemas aéreos no tripulados rusos”.
A esta última categoría pertenecen los 10 sistemas móviles de cohetes guiados por láser c-UAS, siglas en inglés de contra-sistema aéreo no tripulado, que el Pentágono señala en el listado de equipamiento militar aprobado y que corresponden a una plataforma experimental anti dron.
Este nuevo sistema tiene como objetivo ayudar a Ucrania a derribar los drones Shahed-136 de fabricación iraní que emplea Rusia, según ha indicado un representante del contratista SAIC al medio Defenseone. SAIC es una compañía estadounidense que, entre otras aéreas, se dedica al desarrollo de sistemas de armas y que ganó el concurso abierto por el Ejército estadounidense para el desarrollo de un sistema de combate contra drones de clase 3; es decir, vehículos aéreos no tripulados con un peso superior a los 25 kilogramos. Los Shahed-136 iranís pesan en torno a los 200 kilos cada dron.
La plataforma experimental anti dron desarrollada por SAIC fue seleccionada por el Ejército estadounidense tras ofrecer los mejores resultados en una serie de test realizados el pasado mes de enero. La licitación especificaba que los sistemas debían estar listos para ser enviados a otros países en un plazo de entre uno y tres meses, periodo que se ha cumplido con el anuncio de ayer.
Los Shahed-136 comenzaron a ser usados en Ucrania por Rusia el pasado mes de septiembre y desde entonces han sido una amenaza constante. Ucrania se está mostrando bastante efectiva en su defensa aérea y consigue derribar la mayoría en cada oleada de ataques, pero estos tienen también el efecto de obligarla a emplear munición de alto valor contra objetivos de muy poco coste para Rusia. En ocasiones, hasta misiles de medio millón de dólares contra objetivos que superan por poco los 18.000 euros. El coste del sistema de SAIC ronda los 27.000 euros por unidad.
La plataforma incluye cohetes guiados por láser APKWS, siglas de Advance Precision Kill Weapon System o Sistema avanzado de armas de precisión para matar, que en las pruebas de enero tuvieron una tasa de aciertos del 100%. Esta tecnología láser pertenece al fabricante BAE Systems que la emplea desde hace una década para convertir proyectiles no guiados de 2,75 pulgadas (70 milímetros) en cohetes guiados con precisión “milimétrica” que producen el “mínimo daño colateral”. Estos cohetes pueden ser lanzados desde plataformas compatibles con una amplia variedad de vehículos, tanto aéreos como terrestres y marinos.
Si bien las condiciones del Ejército especificaban que la plataforma debía ser capaz de derribar drones a una distancia de 2 kilómetros, el sistema anti dron de SAIC pudo fijar el objetivo a una distancia de casi 10 kilómetros y destruirlo cuando se encontraba a 4,8 durante las pruebas de enero.
El arma anti dron de SAIC también incluye una montura para una ametralladora M240 que dispara munición del calibre 7,62x51 mm con un alcance de hasta 1.100 metros y a una velocidad de hasta 950 disparos por minuto.
El último componente esencial de la plataforma es un sistema de guerra electrónica con el que se puede tomar el control de drones comerciales, incluyendo cualquiera de los modelos del fabricante chino DJI que no tenga encriptación avanzada. Tanto Rusia como Ucrania están usando los drones de este fabricante en la guerra.
Fuente: Diario La Razón España