La familia de Bruce Willis anunció el pasado mes de febrero que el actor padecía demencia fototemporal, trastorno que afecta a los lóbulos frontal y temporal del cerebro y que deriva a cambios en la personalidad y en la conducta social.
Esta información actualizó el diagnóstico de afasia, que afecta a la capacidad de uso del lenguaje, por el que en 2022 se anunció la retirada del actor de las cámaras y la vida pública, pero también ha aumentado el interés por la vida y estado actual del protagonista de Duro de matar o El protegido.
Emma Heming Willis, la esposa del actor con la que lleva casado desde 2009, ha publicado un video en Instagram denunciando el acoso que están sufriendo por los paparazzi que asolan su vivienda y sus actividades diarias buscando fotografías y declaraciones.
“Si usted es alguien que está cuidando a una persona con demencia, sabe lo difícil y estresante que puede ser sacar a alguien al mundo y navegar con seguridad, incluso solo para tomar una taza de café”, comentó en su publicación. “Está claro que todavía hay mucha educación que necesita ser puesta en valor. Así que esto es para los fotógrafos y la gente de video que están tratando de sacar esas exclusivas de mi esposo. Solo mantén tu espacio”.
Según detalla, en sus salidas por la zona, ya sea con su familia o sus cuidadores, están lidiando con continuos gritos hacia Willis e intentos de fotografiarle, lo que les está generando inseguridad y una continua sensación de acoso. “Sé que este es tu trabajo, pero tal vez solo mantengas tu espacio”, continuaba Heming Willis. “Por favor, no le estés gritando a mi esposo, preguntándole cómo está, lo que sea. Los woo-hooing y los yippee-ki-yay, simplemente no lo hagas. Dale su espacio. Permite que nuestra familia o quien esté con él ese día pueda llevarlo del punto A al punto B de manera segura. Ese es mi anuncio de servicio público”.
Es entendible que, como profesionales del mundo de la información, estén en busca de detalles e imágenes para documentar un hecho de fuerte interés, sobre todo valorando el gran legado que ha dejado tras de sí Bruce Willis en Hollywood. Sin embargo, hay límites que jamás se deberían de sobrepasar, y el continuo acecho en la vida privada de un actor que padece de demencia, que ya de por sí tiene que lidiar con una situación vital terriblemente cruel, no debería ser ni mucho menos una opción.
Al final, lo único que se consigue es hundir más en el sufrimiento a la persona en cuestión. No hay interés de ayudar o mostrar apoyo en este tipo de actos, sino más bien usar el morbo para lucrarse y dar que hablar a costa del tormento ajeno. Lo hemos visto ejemplificado en muchas ocasiones, como, por ejemplo, en la caída a los infiernos de Britney Spears en 2008, cuando los paparazzi y la prensa trataron de documentar su dolor sin ningún miramiento ético. Y ya vimos las consecuencias fatales que tuvo para su vida y carrera. Y aún así, sabiendo el tremendo error que es, en pleno 2023 seguimos sin aprender la lección.
Por mucho que alguien sea una figura de interés público, no implica que haya que saltarse límites morales hasta el punto de impedir que una persona con demencia pueda llevar su aflicción con tranquilidad, que pueda vivir sin ser acosado continuamente o permitir que sea su legado el que viva en nuestra memoria y no fotografías haciendo frente a sus dolencias. Y es triste que tenga que salir la esposa de Bruce Willis, después de sufrir acoso por los paparazzi y ver cómo imágenes suyas han empezado a circular por internet, a recordarlo. Aunque esperemos que sirva como punto y final, tanto de este caso como de cualquier otro donde el acoso de paparazzi y prensa no tiene cabida alguna.
