El infarto agudo de miocardio es una de las principales manifestaciones de enfermedad cardiovascular y el mayor responsable de muertes alrededor de todo el mundo.
Por esta razón, es tan importante la última investigación que un grupo de investigadores españoles han llevado a cabo sobre el metoprolol, un fármaco antiguo de apenas un coste de dos euros que, según han concluido, protegerá nuestro corazón si éste sufre un infarto de miocardio porque, a diferencia de otros medicamentos, evita la inflamación posterior.
Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un novedoso estudio de investigación, publicado en el prestigioso ‘European Heart Journal’, que ha sido coordinado desde el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz, así como con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV).
El mismo proyecto de investigación, liderado por el Dr. Borja Ibáñez, cardiólogo del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz e investigador Senior en el CNIC, ha concluido, además, que gracias a este económico fármaco las personas que sufran un infarto podrán evitar y reducir muchas de las secuelas que quedan tras este tipo de dolencias. De hecho, explican, el metoprolol ha demostrado tener un efecto cardioprotector extraordinario, a pesar de llevar en uso en la medicina desde hace alrededor de cuatro décadas.
El Dr. Ibáñez, también jefe del Departamento de Investigación Clínica de CNIC y jefe de grupo en el CIBERCV, ha señalado que la investigación ha arrojado luz a diversos aspectos del uso de este fármaco, entre ellos, y así lo ha explicado, este trabajo ha demostrado «propiedades cardioprotectoras únicas para metoprolol y supone un cambio de paradigma en el campo de la cardiología y el tratamiento del infarto agudo de miocardio».
Las propiedades cardioprotectoras del metropolol
Ha recordado, además, que en 2013 el ensayo clínico METOCARD-CNIC, liderado y coordinado también desde el CNIC, ya se demostró que la administración muy precoz de metoprolol durante un infarto reducía el daño en el corazón y sus secuelas. Más tarde, concretamente en 2017, el mismo grupo de investigadores investigó cómo y por qué esta estrategia farmacológica simple y barata era tan eficiente. Bien, en esta ocasión el trabajo de investigación demostraba, y así se publicó en ‘Nature Communications’, que el efecto cardioprotector observado provenía de su capacidad de bloquear a los neutrófilos (células inflamatorias que se activan durante las infecciones para eliminar a los patógenos), evitando que se infiltren en el corazón infartado.
En esta ocasión, el equipo capitaneado por el Dr. Ibáñez ha demostrado que las propiedades protectoras del metoprolol no son debidas a un efecto de clase compartido por otros fármacos de la familia de los beta-bloqueantes, sino que son únicas de este fármaco en concreto.
La investigación, tal y como asegura el investigador predoctoral del CNIC y farmacéutico Agustín Clemente, primer firmante del citado artículo, ha expresado que los «resultados son muy relevantes ya que refinan la farmacoterapia cardiovascular, y subrayan la necesidad de no sobreentender los fármacos de una misma clase como idénticos en términos de actividad e indicación clínica».