“Nunca sufrí de acoso escolar por mis piernas, pero era acosada porque era más alta que todos”, contó Currin.
“Alrededor del segundo año (de bachillerato) dejé de preocuparme por lo que la gente pensara de mí y, una vez que dejé de preocuparme, nada me afectó (...) Espero que las mujeres altas puedan ver que la altura es un regalo y que no se deberían avergonzar de ser altas, realmente deberían aceptarlo”, dijo la joven, quien quería ganar el título de la mujer con las piernas más largas del mundo para “inspirar a las personas altas de todo el mundo a abrazar su altura”.