El cóctel de anticuerpos que Trump toma como parte de su régimen de tratamiento tiene como objetivo ayudar a impulsar el sistema inmunológico para vencer al COVID-19
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que está bien, pero que los próximos días serán "la verdadera prueba".
Así lo expresó en un video compartido este sábado en Twitter, al final de una jornada de confusión por informaciones discrepantes sobre su estado de salud.
Trump anunció el jueves que dio positivo en la prueba de covid-19 y el viernes fue hospitalizado en el centro médico militar Walter Reed, en Bethesda, Maryland.
En el mensaje de cuatro minutos, Trump dio las gracias al equipo sanitario del hospital y a todas las personas, de Estados Unidos y otros países, que le han hecho llegar mensajes de apoyo.
"Vine aquí, no me sentía tan bien, estoy mucho mejor ahora", dijo.
"Los próximos días imagino que serán la verdadera prueba. Veremos qué pasa en ese par de días", añadió.
El presidente dijo que quiere volver a la campaña para las elecciones del 3 de noviembre, en las que tiene como oponente al demócrata Joe Biden.
"No está fuera de peligro"
En esa misma línea de "cautela optimista", el médico presidencial, Sean Conley, dijo en la noche del sábado que Trump hizo un "progreso sustancial desde el diagnóstico".
"Aunque todavía no está fuera de peligro, el equipo permanece cautelosamente optimista" sobre el estado de salud del presidente.
Por su parte, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, explicó que, el viernes, Trump tuvo fiebre y su nivel de oxígeno en sangre bajó rápidamente.
Estas informaciones se producen después de que distintas autoridades ofrecieran versiones contradictorias sobre la situación a lo largo del sábado.
Confusión en lugar de claridad
Uno podría imaginar que el propósito de la conferencia de prensa del equipo médico de la Casa Blanca de este sábado por la mañana buscaba asegurar a la población que al presidente Trump se encuentra bien y que los principales expertos del país están al tanto de su situación.
Sin embargo, lo que se hizo fue crear más confusión.
Sean Conley, el médico presidencial, inicialmente sostuvo que el mandatario fue diagnosticado positivo "hace 72 horas". Eso vendría a ser el miércoles por la mañana, antes de que el presidente viajara a Minnesota para un evento de campaña y antes de volar a Nueva Jersey para una actividad de recaudación de fondos el jueves.
También significa que el diagnóstico se produjo más de 36 horas antes de que el presidente revelara su contagio de coronavirus al mundo en un tuit en la noche de ese jueves.
Y la línea de tiempo se enturbió todavía más por la revelación de que el presidente recibió un tratamiento antiviral 48 horas antes del anuncio de que dio positivo.
Conley trató de brindar una imagen positiva de la condición médica actual del presidente, aunque se mostró reticente a comentar sobre si Trump llegó a recibir oxígeno para ayudarlo a respirar.
Y por si fuera poco, minutos después de que concluyera esa conferencia de prensa, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, mostró un tono muy diferente y afirmó a la prensa reunida que "los signos vitales del presidente durante las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán vitales en términos de su cuidado".
Es importante que la Casa Blanca se comunique claramente con el pueblo estadounidense y con el mundo en general, donde aliados y adversarios del país observan de cerca lo que sucede.
Este no es solo un problema de salud para el presidente, es un problema de seguridad para todo el país.
Otros infectados
El diagnóstico positivo de Trump y su esposa Melania se produjo tras una semana de intensa actividad, dada la proximidad de elecciones del 3 de noviembre.
Pero no fueron los únicos que dieron positivo en la prueba de covid-19. Otras ocho personas cercanas al presidente y con los que él estuvo en contacto en días recientes contrajeron la enfermedad.
Entre los allegados al mandatario que se han infectado se incluyen su director de campaña, Bill Stepien, su asesor de campaña, Chris Christie, su exasesora Kellyanne Conway, la presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC), Ronna McDaniel, los senadores republicanos Mike Lee y Thom Tillis, John Jenkins, presidente de la Universidad de Notre Dame, y Hope Hicks, asesora de Trump.
Según la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, un reportero (del que no han revelado su nombre) que estuvo presente en un evento liderado por Trump también dio positivo en la prueba de covid-19.
Sin embargo, no se sabe de entre todas estas personas incluidas el presidente estadounidense, quién contrajo el virus primero, quién se lo pasó a quién o dónde se lo contagiaron.
La Casa Blanca dijo que ha empezado a rastrear los contactos de las personas infectadas, y que está investigando un evento en particular (el acto de nominación de la jueza Amy Coney Barret en el jardín de la Casa Blanca frente a un grupo de 200 personas) para evaluar si se trató de un evento de "superpropagación".
Tratamiento
En estos días, Trump ha recibido dosis de anticuerpos monoclonales y del fármaco antiviral remdesivir como parte de su tratamiento.
El coctel de anticuerpos monoclonales administrado a Trump está destinado a reducir los efectos del virus y puede acelerar la recuperación, señala la compañía privada Regeneron, que fue contactada por la Casa Blanca para la terapia.
Si bien no existen tratamientos aprobados por la Organización Mundial de Salud para la covid-19, el protocolo sanitario brindado a Trump es uno de los candidatos más prometedores, de acuerdo a lo que señalan médicos estadounidenses.
Regeneron, el cóctel experimental de Trump para la Covid-19
El pasado martes, mismo día en que Donald Trump se enfrentaba a Joe Biden en el primer debate entre candidatos, la biotecnológica Regeneron presentaba en un comunicado de prensa sus avances en una nueva terapia de anticuerpos contra el Covid-19. Pocos días después, el presidente de EE.UU. ha empezado a usarla dentro de su tratamiento contra el virus, lo que ha sorprendido a muchos.
El fármaco de Regeneron es un tratamiento experimental, que no ha sido aprobado por las autoridades médicas. Está en fase de ensayo clínico, y la única información sobre sus beneficios es ese comunicado de prensa, sin que todavía haya revisión de pares ni que la compañía haya presentado los datos completos. En ese ensayo clínico solo participaron 275 personas, y se obtuvo mejoras en el tratamiento de síntomas y en la reducción de la carga viral de los pacientes.
Según la compañía, el fármaco es especialmente beneficioso para aquellos pacientes que no han desarrollado una respuesta inmune efectiva, y el tratamiento podría ser «un sustituto terapéutico a la respuesta inmune que ocurre de forma natural». Se trata de un cóctel de anticuerpos creados por ratones de laboratorio diseñados para tener el sistema inmune humano.
Una decisión arriesgada
A pesar de que no está aprobado, se permite su uso especial en pacientes y se considera el permiso caso por caso. Hasta el momento, no hay ningún medicamento que haya sido aprobado por la Administración de Fármacos y de Alimentos de EE.UU (FDA, en sus siglas en inglés) contra el Covid. Solo se han concedido autorizaciones de emergencia para el remdesivir y el plasma de convalecientes, ambos también utilizados por Trump.
Al presidente de EE.UU. se le administró una dosis única de ocho gramos del fármaco de Regeneron, una decisión que ha sido criticada por algunos expertos en EE.UU., que han considerado arriesgado tratar a Trump con un fármaco experimental.
El consejero delegado de Regeneron, Leonard Schleifer, aseguró a «The New York Times» que la compañía recibió una llamada para que dieran al presidente acceso al fármaco. «Nos pidieron utilizarlo, y nosotros encantados»; dijo Schleifer, que conoce a Trump personalmente y es miembro de su club de golf en Westchester, un suburbio de Nueva York.