Las compañías emisoras de tarjetas de crédito se están quedando sin combinaciones numéricas de 16 dígitos en Japón, y aunque parezca imposible, tiene una explicación.
Según el diario Mainichi, la escasez de números coincide con un incremento del consumo desde los hogares japoneses debido a la pandemia, así como con un aumento repentino de las tarjetas emitidas tras la introducción por parte del gobierno de un programa de recompensas basado en puntos para incentivar las transacciones sin efectivo (aunque este lleva vigente desde octubre del año pasado, cuando Japón subió el impuesto al consumo de un 8 a un 10%).
Aun así, ¿cómo es posible que se agoten las combinaciones de un número de 16 dígitos? Hay cerca de 280 compañías emisoras de tarjetas de crédito en Japón, la gran mayoría de las cuales emite tarjetas de 16 dígitos asociadas a marcas internacionales como Visa y Mastercard. Los primeros seis dígitos se conocen como número de identificación del emisor (IIN) y representan el tipo de emisor, la red emisora, la marca y el país, entre otros datos. Los dígitos restantes son manejados por las propias compañías de tarjetas de crédito y contienen información como el número de cuenta y el tipo de membresía del titular.
Las emisoras japonesas temen una escasez de combinaciones a partir del séptimo dígito de aquí a 2025.
En marzo del año pasado, la cantidad de tarjetas de crédito emitidas en Japón era de 283 millones. Hasta ahora, ese número crecía un 2% por año, con las tarjetas representando el 29,9% de las transacciones (frente al 3,9% del dinero electrónico y el 0,5% de pagos mediante códigos QR). Pero el brote de covid-19 y los incentivos para aumentar las transacciones sin efectivo ha hecho que la demanda de tarjetas de crédito se acelere.
¿Qué hará la industria de las tarjetas? La posibilidad de aumentar el número de dígitos se discutió hace años, pero las compañías prefirieron reutilizar números de tarjetas viejas y canceladas, lo que incrementa considerablemente el riesgo de fraude. La única solución viable es aumentar la cantidad de dígitos, lo que implica reformar el sistema, estudiar e implementar medidas contra la falsificación y, en definitiva, invertir cerca de mil millones de dólares.
Fuente: es.gizmodo.com