Portugal ha librado con cierto éxito la pandemia y la presencia del médico Frederico Varandas de 40 años, presidente del Sporting, uno de los clubes más populares, ha impactado en el país.
Varandas ala izquierda, el alto, es el médico presidente del Sporting.
Se cambió la chaqueta y la corbata por el incómodo ajuste del equipo de protección personal y salió de la sala de juntas para ir a la sala de emergencias del hospital militar de Lisboa.
Allí, cuando un médico entró en servicio en la pandemia de coronavirus, se enfrentó a pacientes con tos febril y ayudó a alinear su atención. Sin embargo, algunos de ellos tenían una pregunta curiosa.
“Solo con mirarme a los ojos me decían: 'Oye, ¿no eres el presidente del Sporting? ¿Puedo tomarme una selfie?
Frederico Varandas es, de hecho, el presidente de Sporting Clube de Portugal desde setiembre 2018 y asumió después de la salida del tico Bryan Ruiz que se fue al Santos de Brasil y ya había estado también su compatriota Campbell.
Sportingn , uno de los equipos de fútbol más grandes del país, dónde jugaron los costarricenses Bryan Ruiz del 2015 a julio del 2018 y Joel Campbell durante el 2016-2017. También es el Dr. Frederico Varandas, un médico militar de reserva que completó una gira en Afganistán hace una década antes de cambiar de carrera.
Varandas que es médico militar, estuvo en el 2010 en la guerra de Afganistán.
El médico que está a cargo del Sporting
Varandas, de 40 años, estuvo recientemente de guardia en el hospital durante aproximadamente seis semanas, trabajando turnos de 12 horas para tratar a miembros del personal militar y sus familias. Su tarea principal era evaluar y evaluar a los pacientes a medida que llegaban, antes de entregar los más serios a sus colegas en la unidad de cuidados intensivos.
Aunque no era el tipo de servicio militar al que estaba acostumbrado: fue atacado por el enemigo con un batallón de soldados de la coalición en Kandahar, Afganistán, una década antes, servir en la batalla contra el coronavirus trajo un conjunto diferente de desafíos.
Existía el riesgo de contraer una nueva enfermedad potencialmente mortal que no se entendía completamente. Y recordó que el trabajo requería más tiempo del habitual, ya que los médicos estaban obligados a desinfectar sus equipos, generalmente gafas, guantes y una máscara, entre consultas.
Aún así, hubo momentos más ligeros, como ser reconocido incluso a través de su equipo de protección personal.
En Portugal, los presidentes de los tres grandes equipos de fútbol de la Primeira Liga - Benfica, Porto y Sporting - tienen reconocimiento nacional a la par con el jefe de estado o el primer ministro. Varandas dijo que no podía recordar la cantidad de veces que se le pidió que posara para las fotografías cuando completó su último turno a fines de abril.
No es la única figura deportiva presionada en el servicio médico en la lucha global contra el virus. En Canadá, por ejemplo, Hayley Wickenheiser, cuatro veces medallista de oro olímpico en hockey convertido en estudiante de medicina, ha estado reuniendo equipo de protección para los trabajadores y también ayudando con los esfuerzos para rastrear la propagación del virus.
Aunque inesperado, Varandas encontró su servicio médico satisfactorio.
"El deporte se había detenido en Portugal y pensé que era más importante para el país trabajar como médico", dijo Varandas, quien esta semana acordó hablar sobre su experiencia.
Después de servir en el ejército, asistiendo al rango de teniente, pasó dos años en un pequeño club con sede cerca de Lisboa, antes de tener la oportunidad de lo que describió como el trabajo de sus sueños: convertirse en el médico jefe de Sporting. Varandas ocupó el cargo durante siete años antes, en 2018, ingresó a la carrera para convertirse en el presidente del club justo cuando Sporting entró en uno de los períodos más oscuros en la historia del equipo.
Las finanzas del equipo estaban en desorden, y el ex presidente fue expulsado en medio de un motín de la membresía del club. Lo peor de todo es que nueve jugadores del primer equipo abandonaron sus contratos después de que un grupo de fanáticos descontentos del equipo los atacara.
Varandas fue elegido después de una amarga campaña que fue ampliamente seguida por los medios de comunicación en Portugal e incluyó debates televisados nocturnos que recordaban las elecciones nacionales. "El fútbol en Portugal es una locura, es como una religión, está enfermo", dijo Varandas.
Los resultados deportivos
Varandas ha tenido resultados mixtos. Cuando la pandemia de coronavirus golpeó a Portugal, las finanzas del club se habían estabilizado en gran medida, pero los resultados en el campo eran pobres, con el equipo a casi 20 puntos del líder de la liga, Porto, en el momento en que la liga se suspendió en marzo. Una batalla con los grupos de fanáticos organizados del club se ha vuelto tan severa que Varandas dijo que el estado ahora le proporciona detalles de seguridad.
El paro de fútbol en Portugal, que refleja la pausa en gran parte del mundo deportivo, solo ha traído problemas más nuevos e inmediatos.
Después de terminar sus turnos en el hospital, Varandas hizo largas llamadas nocturnas con los miembros de la junta para trazar un plan para dirigir el club a través del inesperado drama de congelar su temporada a tiempo.
"Seguí controlando las cosas porque el fútbol se detuvo, pero el club continuó", dijo Varandas. "No fue fácil en absoluto ese primer mes y medio tratar de hacer frente al trabajo del hospital y el fútbol".
Los miembros de la junta, incluidos Varandas, acordaron recortes salariales del 50 por ciento, mientras que llamó a los jugadores individualmente para persuadirlos de reducir sus salarios en un 40 por ciento durante tres meses.
Se han hecho planes para que el fútbol regrese el 4 de junio , pero los juegos se jugarán sin fanáticos y bajo estrictos protocolos de higiene, similares a los adoptados en la Bundesliga de Alemania , la primera gran liga europea de fútbol en regresar.
"Los futbolistas son evaluados más que los médicos que trabajan en hospitales", dijo. “Para mí eso es realmente estúpido, es político. Lo entiendo políticamente, pero científicamente esto es ridículo ".
Varandas, que se especializa en medicina deportiva, no en epidemiología, comentó que en Portugal, los restaurantes y jardines de infancia se han reabierto sin requisitos similares para las pruebas en masa.
Incluso con los juegos en camino de regreso, los equipos portugueses enfrentan enormes desafíos financieros en el futuro previsible. Durante las últimas dos décadas, el país ha superado su peso en ser un productor de talento de clase mundial, extrayendo millones de dólares en ingresos de algunos de los equipos más ricos del mundo gracias a una prima en su marca "Made in Portugal".
La capacidad de hacerlo ahora está en duda, con cifras como los directores ejecutivos de la Bundesliga y el vicepresidente ejecutivo de Manchester United que dicen que el mercado global de transferencias de $ 7 mil millones al año se dirige a una corrección importante.
Solo en enero, Sporting realizó el mayor intercambio en su historia, vendiendo al mediocampista Bruno Fernandes al United por una tarifa que podría ascender a 65 millones de euros. “Ahora a veces me acuesto e imagino lo que sucedería si tratamos de vender a Bruno Fernandes ahora, ¿cuál sería el precio? ¿Quince? ¿Diez?" él dijo.
“No sé cuál es el valor de un futbolista ahora. Sporting, Porto, Benfica, todos los clubes en Portugal, tenemos que vender jugadores ".
Varandas dijo que las consecuencias del coronavirus habían expuesto la fragilidad del mundo y estructuras como el modelo de talento impulsado por las exportaciones de Portugal.
"Esta es una experiencia que no puedes olvidar", dijo. "Es increíble ver que todo se detiene, algo que nunca podría haber imaginado que sucediera antes, algo que parece tan benigno y puede hacer este daño increíble".
New York Times
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