Con una sentida carta, el técnico argentino Gustavo Alfaro se despidió este martes de la Selección Nacional.
El argentino, de 61 años, agradeció al presidente Osael Maroto, al director de selecciones nacionales Claudio Vivas y a todo su staff por el trabajo realizado durante los nueve meses que estuvieron al frente de la 'Tricolor'.
Carta de Gustavo Alfaro
Me toca hoy la difícil decisión de cerrar un proyecto. Por lo general, en el fútbol, las decisiones son en sentido contrario. Suelen ser los dirigentes quienes interrumpen un proceso, no los entrenadores, ya que el porcentaje de quienes tienen el privilegio de finalizar un contrato es realmente muy bajo.
Más allá que las razones de esta decisión son diversas, mi intención no solo es comunicarla, sino agradecerles a todas las personas que, durante estos más de nueve meses, nos permitieron realizar nuestro trabajo.
A los jugadores, a todos los que fueron citados en las convocatorias y en los microciclos, en cada partido, en cada entrenamiento, a los sparrings que formaron parte de este proceso y nos ayudaron a darle forma a nuestra planificación. Quiero agradecerles por su compromiso, por su sentimiento, por su amor por la Selección, por la grandeza de dejar de lado sus ambiciones personales para poner en primer lugar los intereses del equipo. Por el respeto, por las formas, por el profesionalismo, por alimentar el sueño y la ilusión, por la confianza que nos concedieron, por ser lo que son.
Al presidente de la Federación, Osael Maroto, y su comisión directiva, por otorgarnos el privilegio de conducir los destinos de la Selección. Por brindarnos las condiciones para poder realizar nuestro trabajo. Por escucharnos a lo largo de esas dos extensas reuniones donde expusimos nuestro punto de vista, nuestro diagnóstico, nuestra búsqueda y nuestras intenciones. Por su solidaridad y apoyo, en los momentos complejos.
A Claudio Vivas, por pensar que éramos los indicados para este tiempo de la Selección. Por su colaboración y servicio siempre, por la calidad de su trabajo y profesionalismo, lo sentimos como un miembro más del CT.
Quiero agradecerle a toda la gente que trabajo y colaboro, con nosotros, desde las distintas partes de la estructura, en cada partido, en cada entrenamiento, en los viajes, en cada día donde nosotros hicimos nuestro trabajo, ojalá se hayan sentido con la comodidad y el respeto que sentimos de parte de ellos.
Siempre digo que los entrenadores somos como inquilinos rentando un apartamento, en este caso, la Selección, y si somos buenos inquilinos vamos a devolver el apartamento en mejores condiciones que lo recibimos. Nos tocó la difícil tarea de encarar un recambio generacional, sin tiempo para probar, y con exigencias de resultados, con todos los riesgos que eso implica.
Hoy hay un grupo importante de jóvenes jugadores que probaron su valía. Ganándose un espacio y un lugar. Los jugadores de experiencia no solo manifestaron esa condición, sino que le aportaron un plus al equipo, conectándose con la Selección desde distintos lugares, guiando, conduciendo, inspirando, generando esa hermosa comunión de familia, como nos gustaba definirlo, haciéndonos sentir que, en el momento de entrar a la cancha, éramos muchos más que once, porque cada uno sumaba, desde el lugar que le correspondía.
Dejamos, también, una cantidad de información importante para quien nos suceda pueda conocer rápidamente el estado de formas y condición de estos jugadores. Se recuperó la ilusión cambiando una tendencia, que en los comienzos era peligrosa. Se buscó integrar nuestro trabajo tanto con las Selecciones Formativas como con las Selecciones Femeninas. Se pensó todo desde el lema de nivelarnos para arriba. Sin lugar a dudas en muy poco tiempo se hizo mucho, la primera parte está cumplida. Las eliminatorias marchan muy bien. Un equipo sin lugar a dudas, con mucho futuro.
Las vueltas del fútbol a veces no colocan ante este tipo de encrucijadas. Albert Camus decía que la vida es la suma de todas las decisiones. Pues bien, estas son las mías. Y como tal, uno siempre vive con las consecuencias de lo que sus decisiones generan. Como siempre lo he hecho a lo largo de mis 32 años de profesión, viviré con las mías.
Muchas gracias por todo. Les deseo a estos muchachos en particular y a Costa Rica en general, el mejor de los éxitos. Fue un verdadero placer. Hasta siempre.
El futuro de Gustavo Alfaro estaría en la Selección de Paraguay, tras un mes de rumores y hermetismo por su parte.
Por su parte, la Fedefútbol anunció el lunes que Claudio Vivas como técnico interino de la Selección Nacional por lo que resta del año.
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