EL JUICIO DEL SIGLO
El interés mediático por el caso Simpson continuó hasta el inicio del juicio en contra del exdeportista, que arrancó en enero de 1995 y duró nueve meses, siendo cubierto por más de 2.000 periodistas de todo el mundo.
Los fiscales argumentaron que Simpson mató a Brown en un ataque de celos.
La evidencia presentada en el juicio incluyó pruebas de sangre, cabello y fibras que vinculaban a Simpson con los asesinatos.
En uno de los momentos más memorables del juicio, los fiscales le pidieron a Simpson que se pusiera los guantes manchados de sangre encontrados en la escena del crimen, pero Simpson tuvo dificultades para que le encajaran.
Eso llevó a uno de los abogados de Simpson, Johnnie Cochrane, a decirle al jurado en sus argumentos finales una frase que quedó para la posteridad: "Si no ajusta, deben absolverlo".
La defensa argumentó que Simpson había sido incriminado por el racismo de la policía de Los Ángeles. Dos años antes, varios agentes de la ciudad californiana habían sido absueltos tras pegarle una paliza al afroestadounidense Rodney King, pese a que la agresión había sido grabada en video.
Se calcula que el 3 de octubre de 1995, cerca de 145 millones de personas vieron en directo por televisión como Simpson era declarado no culpable, en un veredicto que dividió a la sociedad estadounidense.
Pero los problemas de Simpson con la justicia no acabaron ese día.
Dos años más tarde fue condenado a pagar más de US$30 millones a las familias de su exmujer y del amigo de esta al ser hallado culpable en un juicio civil, aunque nunca llegó a pagar esa indemnización.
En 2007 fue detenido por robo a mano armada y secuestro, en un caso por el que acabó siendo condenado a entre 9 y 33 años de cárcel, saliendo de prisión en 2017.