Pero, aunque se trate de un auto que no puede circular por las calles, sino exclusivamente en circuitos, el KC23 es un diseñado únicamente para un uso no competitivo en pista, y la razón radica en su cambio de configuración muy particular. Se lo considera un deportivo dual, ya que cuando está detenido, en una disposición estacionaria, luce líneas simples y elegantes, pero cuando comienza a circular por un circuito de carreras, repentinamente deja que se vean sus grandes tomas de aire de apertura automática y un imponente alerón trasero.
La idea con la que fue concebido, y en la que coincidieron tanto el cliente como los diseñadores, es que esta sea una primera aproximación al futuro del mundo de los superdeportivos de la marca. Por un lado, mostrar una imagen sobria y por otro la más extrema que fuera posible representar con esa misma base. Así, en el diseño se ocultaron esas entradas de aire, que sólo aparecen cuando se enciende el motor V8 de doble turbo, mostrando cierta idea de un auto con vida, que se despierta al escuchar el ronco sonido de sus escapes.