4- Granola
Arrancar el día comiendo el alimento a base de avena, miel y frutos secos sin dudas da la sensación de estar haciendo algo bueno por la salud. Pero en realidad, gracias a la combinación de los ingredientes que componen la mayoría de las granolas que se adquiren en supermercados o incluso tiendas de comida natural, aportan un golpe de azúcar que equivale a comer una galleta con chips de chocolate en el desayuno.
Algunas de las marcas más reconocidas tienen 8,6 gramos de azúcar y 4,6 gramos de grasa en una porción de 45 gramos. Y hay algunas que llegan a contener 7,7 gramos de azúcar y 7,9 de grasa.
En ese sentido, los especialistas recomiendan que en lugar de aportar azúcar como primer alimento al organismo luego del descanso, es preferible optar por un desayuno rico en proteínas, como huevos, por ejemplo. Los estudios han demostrado que un desayuno rico en proteínas puede conducir a picos más bajos de glucosa e insulina, lo que significa una mayor sensación de saciedad a lo largo del día.