Liverpool no se encontró desde el inicio, ya que muy rápido se puso en desventaja cuando a los 4 minutos fue sorprendido por Leicester City, quien marcó el primer gol en Anfield para sorprender a los reds.
Kiernan Dewsbury-Hall logró marcar para Leicester gracias a un potente remate ajustado al poste izquierdo de Alisson y para poner el 1-0 a su favor.
Sin embargo, Liverpool no bajaría tan fácil los brazos y de a poco se acercó al arco de Ward, quien vio caer su arco con dos autogoles de Faes, su compañero.
En el primer gol, Wout Faes se interpuso en un pase y tuvo la mala fortuna de batir a su portero para el 1-1, pero luego aumentó su mal día con otro autogol tras cazar el rebote que previamente había pegado en el palo y ayudarle a Liverpool a darle vuelta al marcador.
Al final, Liverpool supo aguantar el marcador de 2-1 y logró ganar en el último partido del año para quedar con 28 puntos en Premier League y seguir buscando los primeros lugares del campeonato inglés.
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