“Estos entrenamientos nos permiten tener un contacto directo con los jugadores. Les damos seguimiento yendo a los partidos del Campeonato, pero aquí (con la Tricolor) podemos conocerlos más, ver cómo interactúan. Nos da la tranquilidad de que en otro momento podremos llamarlos sin problema”, comentó González luego de la tercera y última sesión de la semana, bajo el cielo encapotado del Proyecto Fedefútbol-Plycem en San Rafael de Alajuela.
Los microciclos ayudan a ampliar la base de jugadores que el cuerpo técnico va a requerir para la nutrida agenda que se le viene a la Tricolor conforme el fútbol internacional se vaya reactivando. En el menú habrá partidos amistosos, la Final Four de Concacaf (marzo), el inicio de la eliminatoria mundialista (junio) y la Copa de Oro (julio): una serie de retos que obligan a reforzar el abanico de opciones para las convocatorias.
“Necesitamos contar con todo el material humano posible, pues con 25 jugadores no se puede hacer frente a todos esos compromisos. Este tipo de trabajos nos da la posibilidad de tener un panorama más claro”, añadió González.
El próximo microciclo de la Selección está previsto para la segunda semana de setiembre. La expectativa es tomar en cuenta a jugadores que no pudieron estar durante estos tres días, ya sea por cuarentena de sus equipos o por molestias físicas.
Por su parte, los futbolistas son conscientes de que la oportunidad de figurar en un microciclo vale oro. “Nos permite mostrarnos ante el cuerpo técnico”, afirmó el volante Dylan Flores. “Estos días son valiosos para entender la idea del ‘profe’ y compartir con jugadores nuevos, como en esta convocatoria”, agregó.
El mediocampista Jefferson Brenes fue uno de los rostros frescos para estos días. Su expectativa, por supuesto, es volverse un nombre recurrente dentro de las listas venideras.
“Aquí todos estamos para ganarnos un campo. El ‘profe’ nos pide tener minutos con nuestros clubes, pero cuando estamos aquí todo lo demás queda de lado”, afirmó.
El microciclo de esta semana rompió una sequía de casi siete meses en el trabajo de la Tricolor. Para encontrar la última vez que la Selección estuvo reunida hay que devolverse hasta el amistoso del 1.° de febrero contra Estados Unidos, antes de que la pandemia pusiera al mundo de cabeza.