Dicho juego está programado para las 7 pm (hora tica).
"Sé que tengo jugadores por delante de mí. Por más que yo tenga buenos números, yo soy un jugador que se exige mucho. En mi club tengo buenos números, pero podrían haber sido mucho mejores y eso me colocaría en otro nivel", expresó Rodrygo en conferencia de prensa.
"Hoy yo considero que juego con el mejor jugador del mundo, que es Vini por la temporada que hizo. Él sabe que tiene mucha competencia y yo estoy ahí, caminando cada día más cerca. Cada temporada estoy siendo mejor y, como dije, por lo exigente que soy, creo que mis números podrían haber sido mejores por la calidad que tengo y porque sé a dónde puedo llegar", continuó el 10 de la Verde-Amarela. "Ahora espero mejorar mis números en la Copa América y, quién sabe, tal vez el debate pueda ser otro", agregó.
Lo dijo como acostumbra, con tranquilidad, sin dejar entrever ningún tipo de competencia con su compañero y aliado de equipo. Pero resultó evidente que el delantero de 23 años ambiciona más. Su ídolo es Neymar y siente que, aunque ahora vista el 10 de la Canarinha que pertenecía al ex crack del Barcelona, aún no está a su altura.
"Por más que yo lleve ahora la 10, esta es su camiseta, yo sólo lo estoy sustituyendo temporalmente hasta que él vuelva. Siempre que hable de Neymar lo voy a hacer con gusto, con una sonrisa en mi rostro, con brillo en los ojos porque es mi ídolo, es el jugador que más me gusta ver", prosiguió con esa sonrisa en su cara aún aniñada.
Neymar, que ha decidido proseguir su recuperación en el mismo lugar donde se entrena la selección brasileña en Los Ángeles, es uno de los ilustres que estos días visitan a los jugadores de la pentacampeona. Y Rodrygo aguarda con muchas ganas su turno de encontrarse con el ex azulgrana, que este sábado 22 ya compartió tiempo con Vinicius, Marquinhos y Raphinha. Como ellos, el delantero blanco no quiere perderse la oportunidad de pasar un rato con su ídolo y aprender todo lo que pueda de él.
"Sin duda, voy a escuchar los consejos que me dé. Él es nuestro mejor jugador y siempre hay que aprender de los mejores", sentenció el delantero del Real Madrid.
En la selección, Rodrygo tiene un campo de actuación más amplio que en el club blanco. Dorival Júnior le da más libertad que Carlo Ancelotti y, si bien utiliza junto con Vinicius todas las armas que les funcionan en el Madrid, explotar su versatilidad le resulta más fácil. El 10 se siente "cómodo" en ese papel y contento de que la hinchada así lo reconozca.
Además, gracias a la ayuda de una psicóloga, ahora tiene herramientas que le permiten gestionar mejor los momentos de dificultad y sobreponerse a ellos sin perder su esencia: "La terapia me ayudó mucho. Por más que yo me considero una muy buena persona y todos los que me conocen lo saben, pensaba que podía ser mejor en todo. Y Rosana, la psicóloga a la que mando un beso porque me ayudó mucho, consiguió desarrollar ese aspecto mío de mejorar en todo", confesó, agradecido.
"Y no es que, desde entonces, todo haya salido bien; hubo momentos de dificultades, pero yo aprendí a lidiar mejor con ellas. Antes, eso era lo más difícil para mí. Ahora, conseguí tener una visión mejor, pensar mejor y eso me ayudó mucho".
Esa mejoría que no cesa es la que quiere mostrar en esta Copa América, en la que aspira a conquistar su primer gran título con la selección absoluta. Como otros jugadores de su generación, Rodrygo no ha protagonizado aún ninguno de los grandes éxitos que siempre se esperan de Brasil. Y sabe que todos los necesitan para crecer como jugadores y para reconquistar a esa parte de la afición que se ha desenganchado de la Canarinha.
"Este es un buen lugar para hacerlo porque la selección ya ganó aquí [el Mundial de Estados Unidos 1994] y eso nos sirve de inspiración. Llegó la hora de esta generación. Sabemos que nos falta un título para probar nuestra calidad, pero estamos en un buen lugar para hacerlo", afirmó Rodrygo con convencimiento.