Jugaba al borde del reglamento, cuando lo necesitaba, y pedía le aplicaran el reglamento para salvarse. Sus jugadores impresionaban en la cancha y mantenían la plasticidad que complacía los aficionados.
Muchos consideraron que fueron las mejores de todas las selecciones del país cuando la vieron jugar.
Al terminar el Mundial de Brasil la vida futbolística de los que creen saber de futbol, seguía, y siguió, por muchos años, pensando que pronto seríamos los campeones mundiales.
Yo, como todo un pendejo, al ver esa calidad, ese éxito, pensé que los de saco y corbata, vendrían a invertir en ligas menores, infraestructura, capacitación. Un recambio generacional. Pero el recambio ni las mejoras llegaron.
Panamá nos masacró. Dejó en evidencia que no tenemos, como en el 2002 y 2014, jugadores bien preparados con calidad.
¿Son culpables los jugadores de esta selección actual por el bajo nivel que muestran? Un rotundo no. ¿O acaso queremos culparlos si los mandan a una guerra con arcos y flechas contra armas automáticas de grueso calibre?
Aceptemos: muchos de estos jugadores están en Europa, pero no juegan ni en las divisiones menores de los equipos a los cuales pertenecen. Otros lo hacen como suplentes en ligas que no tienen un nivel aceptable en el futbol europeo, mientras los que están en el país lo hacen en un campeonato sin intensidad y dinámica.
Cómo dije: yo como todo un pendejo pensé que los nuevos federativos, presidentes de los equipos de UNAFUT, representantes de LINAFA, la Segunda División y el futbol femenino llegarían a invertir en las falencias futbolísticas demostradas. Pero no, llegaron a poner un parche trayendo un entrenador para la Selección Mayor con su ejército para mejorar el futbol nacional.
¿Quién o quienes toman las decisiones futbolísticas en la Federación? Será el presidente Osael Maroto, Leonardo Vargas, Juan Carlos Rojas, Joseph Joseph, Jafet Soto, Jorge Hidalgo o Silvia Bolaños?
¿Hacia donde va nuestro futbol? Contrataron a Horacio Elizondo como coordinador del arbitraje y lo único que cambió, hasta ahora, es que los árbitros están mucho más obesos y algunos hasta con una barriguita.
Leonardo Vargas, Presidente del Cartaginés y segundo Vicepresidente del Comité Director, que supongo debe estar bien informado, salió a la prensa a decir que Horacio Elizondo “no tiene siquiera un plan de trabajo”.
La respuesta de Osael Maroto, Presidente del Comité Ejecutivo fue que Elizondo lo presentaría en un par de semanas para ponerlo en práctica en enero. Y agregó: “A Horacio le gusta ir mucho a los estadios”.
¿Será entonces que algunos miembros del Comité Ejecutivo, como Leonardo Vargas, no suman ni restan? Ya lo dije: como todo un pendejo pregunto otra vez. ¿Quién o quienes toman las decisiones en la Federación?
Panamá nos dejó chingos. Hasta Thomas Christiansen, entrenador panameño en la conferencia de prensa después del partido, dejó con sus mesuradas declaraciones a Gustavo Alfaro en paños menores, cuando éste acudió a presentarse frente a los periodistas y se dedicó a hablar por dos horas y media cantinflescamente aceptando que fue el único culpable. ¿Y eso qué?
Gustavo Alfaro fue enfático: “Me contrataron para clasificar a Costa Rica al próximo mundial”. Si eso es cierto a los dirigentes solo les interesa la Selección Mayor, el resto es solo una quimera.
Lo preocupante, alarmante, inquietante, aterrador, angustiante y hasta risible es que ya se comenzó a lanzar la idea que podemos asistir a la Copa América en el repechaje que podría ser contra Trinidad & Tobago.
Mientras los fieles aficionados a la Selección que acuden al estadio seguirán cantando el “ole” cuando el equipo rival nos da un baile en la cancha.
** El autor tiene una Maestría en Comunicación. Licenciatura en Periodismo y Educación Física. Además es entrenador de Futbol y Baloncesto.