El técnico Ronald Gómez, quien actualmente marcha líder en la primera división de Guatemala con el equipo del Malacateco, nos brindó su punto de vista del partido que Costa Rica cayó ante el seleccionado chapín 1-0.
Para la "Bala" la idea del conjunto tico no es mala, pero para él hubo jugadores que quedaron debiendo a la hora de aplicar el dibjuto táctico en la cancha.
Así analizó la "Bala" el duelo entre chapines y ticos:
Costa Rica intentó tener la posesión del balón pero le faltó profundidad. Sus volantes tuvieron poca rotación y los dos laterales fueron muy lineales. Se cerraron los espacios al estar posicionados en la zona de los carrileros de Guatemala.
No hubo diagonales hacia dentro para abrir espacios por fuera para los volantes. Los centrales no ofendieron entrando con balón dominado. Juan Pablo Vargas estuvo muy errático en los pases. Falló mucho al querer jugar muy directo por el medio.
A Celso Borges le costó el partido. Poca dinámica, no tuvo la intensidad que normalmente tiene.
En el caso de Elías Aguilar le sigue costando mucho la selección, no termina de demostrar el talento que tiene.
La construcción del juego fue muy bajo para la Costa Rica. Pocas combinaciones, poca rotación de los atacantes y poca movilidad. La Sele estuvo muy predecible en ataque contra un equipo de Guatemala que cerró bien los espacios.
Me parece que la idea de Costa Rica no es mala pero no es para los jugadores que estuvieron en este partido. Muchos de estos jugadores ya han tenido oportunidades en la Selección y no han rendido para lo que pesa la camisa de Costa Rica. En términos generales muchos de los nuevos jugadores no están a nivel de la tricolor, les falta recorrido.
Guatemala no ofreció mucho. El entrenador Amarini Villatoro utilizó lo que más le gusta, cerrar espacios con un 5,4,1 y apostando al contragolpe.
Con dos hombres rápidos por fuera, y un centro delantero falso para sostener y filtra a espaldas de los laterales, Guatemala apeló a la garra y al orden sin complicarse en la elaboración de juego.
El técnico chapín sabía que los jugadores ticos, sobre todos los más jóvenes, les costaría superar el bloque defensivo y por eso jugó a la contra. Ya que sabía robaría rápidamente el balón y conocía que Aguilar ni Marín son jugadores que presionen rápido. En general para Guatemala fue un buen gane para retomar la confianza del aficionado.
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