Elvis Rosales, gerente general de esta organización, conversó con Al Pie del Deporte y www.everardoherrera.com sobre este proyecto.
"La Academia está diseñada para jugadores (hombres y mujeres) costarricenses o que tengan descendencia, uno de nuestros requisitos es que uno de los padres sea costarricense. Empezamos a entrenar desde los 7 años hasta los 18 años. El objetivo primordial es que puedan ir a la Universidad y obtener becas para su educación", explicó Rosales.
"El proyecto empezó desde el año 2000 y desde entonces hemos entrenado y formado jugadores costarricenses con el estilo del fútbol tico pero enfocados en la parte física con el estilo estadounidense. Hemos logrado tener jugadores que ya han estado en diferentes universidades, tenemos cerca de 20 jugadores que han sido becados y es un orgullo para nosotros que estos futbolistas puedan obtener su educación gratis gracias al deporte y especialmente que puedan demostrar su ideología del fútbol costarricense", agregó.
Mensaje a la Fedefútbol
"Tenemos una queja que nos duele un poco, la falta y el olvido total de las entidades de la Federación Costarricense de Fútbol que no han venido a ver mucho talento que se ha desperdiciado acá".
¿Hace poco la Fedefúbol hizo una visoria en New Jersey, ustedes estuvieron al tanto de eso o tuvieron contacto con ellos?
"Esa visoría fue un poco contradictoria, vino una persona de la Federación, necesitábamos más personas que estuvieran ahí. La información que se dio en la Federación fue muy corta, se necesita más organización cuando se hace una visoria, más planeamiento, se pudo hacer de una mejor manera".
La Academia está ubicada en la ciudad de Summit (New Jersey).
MÁS INFORMACIÓN
- Carlos Mora es seria duda para el partido contra Martinica
- El uno a uno de Costa Rica en otra noche de muchas ganas y poco fútbol
- Costa Rica se complica más en la Copa Oro con insulso empate ante El Salvador
- La Sele masculina se sacude goleando 6-0 a Jamaica en los Juegos Centroamericanos y del Caribe
- Cristiano Ronaldo estaría cerca de ser accionista mayoritario del grupo de uno de sus periódicos 'más odiados'
