El boxeador estadounidense Floyd Mayweather se embolsará alrededor de 120 millones de dólares por sus 12 asaltos -si llegan-, es decir, unos 36 minutos, contra al filipino Manny Pacquiao. Será el próximo 2 de mayo, en el MGM de Las Vegas.
"Lo que el mundo estaba esperando ha llegado", anunció Mayweather después de meses de negociaciones intrincadas, al límite del colapso.
Por cierto, pelean por ser el rey de los pesos welter, un matiz para puristas, pues nadie parece atender a eso, sino a la bolsa garantizada, la mayor de la historia, de casi 250 millones de dólares (más de 220 millones de euros).
El 60% será para Mayweather, el boxeador infalible, sí, con 47 victorias (28 KO), pero, sobre todo, el hedonista, que vive por y para el lujo, la fama y el dinero; montañas de dinero.
El deportista mejor pagado del planeta, el hombre que nunca se pone dos veces la misma ropa interior, y que alguna vez regala coches de lujo a sus amiguetes e hijos e idolatra a tipos de la estirpe millonaria, de Bill Gates a Carlos Slim, pasando por su 'amigo' Warren Buffet. Pero dista mucho de los modales de estos.
Forbes estima que pese a sus nulos ingresos por publicidad -desde que pasó dos meses en prisión por malos tratos a su ex pareja-, Mayweather tiene una fortuna personal de 350 millones de dólares (307 millones de euros). No se sabe si incluyendo su factoría de ropa, The Money Team, su jet privado, su yate o su doble colección -perdón, mejor concesionario- de coches de extralujo: Bentley Mulsanne, Mercedes-Benz SLS AMG, Ferrari 458 Spider, Ferrari 59GT, Ferrari F430, SLR McLaren, Bugatti Veyron, Bugatti Gran Sport, Lamborghini Aventador, Mercedes-Benz S600, Rolls Royce Phantom y Rolls Royce Drophead y más... a juego con el color de sus dos mansiones. Blancos en Las Vegas, negros en Miami, a excepción de los Ferrari, rojos, claro.
Sus 1,73 metros y 69 kg de pura fibra siempre avanzan custodiados por una cuarteto de guardaespaldas, que protegen también al hombre del saco -con un millón de dólares en un bolso por si al divo se la antoja un capricho-. Y sí, es cierto que ganó 11 millones de dólares apostando en 2013 que los Heat, por entonces de su amigo Lebron James, acabarían con San Antonio para ser campeones de la NBA. Precisamente, las apuestas y las fiestas privadas con stripers y miles de dólares por el suelo -exhibe imágenes de esa especie en las redes sociales- también están entre sus diversiones predilectas.
Tanta exhibición impúdica le ha generado problemas legales. De hecho, su ocurrencia de cantar un rap rodeado de señoritas haciéndose un porro de marihuana le obligó a declarar ante la Comisión Atlética de Nevada, ante el riesgo de perder la licencia de boxeador.
Mayweather puede que casi no lea bien. Cuando su ahora enemigo íntimo, el rapero 50 Cent -y promotor- le acusó de ser incapaz de recorrer un página de Harry Potter sin equivocarse ni trabarse ['Si Mayweather lee una página entera del libro, donaré $750,000 a cualquier organización de caridad que Mayweather elija'], 'Money Man' le contestó sumando: 'Lee 72.276.000.00 $. Dios los Bendiga', fueron sus palabras tras la imagen de dos cheques de combates por contratos con Golden Boy Promotions de Óscar de la Hoya. Por ello, al lanzar que públicamente respondería a las preguntas de sus miles de seguidores, la petición más repetida por miles de veces: ¿Serías capaz de leer a Harry Potter sin equivocarte?
Puede también que rezume excentricidad, pero tiene coco, mucho. Superdotado para lo suyo. Como prueba, su propia carrera, milimétricamente estudiada desde el punto de vista financiero y deportivo. Sólo una vez le ha hecho un árbitro conteo de protección, contra Carlos 'Famoso' Hernández, hace la friolera de 14 años, y nunca por irse al suelo. Porque el pura sangre es un maestro del boxeo técnicamente más puro, de la guardia de perfil, ambidiestro por pura esquisitez técnica, de cintura y puño velocísimos y reflejos de serpiente, como si tuviese un radar. No en vano, se le venera por ser 'el' artista supremo de la esquiva. Sus detractores le acusan haber convertido el boxeo en sus últimos combates «en el arte de no pegar y que no te peguen». Siempre le reprochaban, además, por recelar de los zurdos en plena efervescencia.
Siempre rehuyó de Pacquiao, que es zurdo y es una batidora del boxeo de ataque. El filipino, 36 años, 54 victorias (38 KO) y cinco derrotas, será la prueba definitiva para Mayweather, verdugo contrastado: De la Hoya, Mosley, Márquez, Hutton o Miguel Cotto, entre otros ilustres. Si pudiese -que podrá- como Manny Pacquiao, ese relámpago del ataque, 'Money Man' se quedaría a una victoria del récord de invictos de Rocky Marciano (49). Esa otra marca persigue Mayweather, un púgil que, pese a los reproches por su supuesto estilo conservador, jamás ha recibido más golpes de los que impactó en su adversario. Nunca, menos un día, que realmente ha sufrido. Causante: el mexicano José Luis Castillo. Fecha: 20 de abril de 2002. Lugar: el MGM, en Las Vegas (el coliseo donde se hizo multimillonario), adonde Mayweather se ha citado con Pacquiao para la pelea que se temió imposible y ya es para siempre. Imborrable 2 de mayo de 2015.
Fuente: Diario El Mundo