Con el afán de mejorar lo mostrado durante la tenporada 2020, Ferrari presentó un nuevo bólido con ajustes importantes en la aerodinámica y un nuevo motor. Esas fueron las líneas maestras de la presentación del SF-21, el nuevo monoplaza de Charles Leclerc y Carlos Sainz, en el que han trabajado minuciosamente durante las últimas semanas en la fábrica de Maranello.
"No esperábamos el color verde, ¿eh? El coche es bonito y ya nos espera", apuntó Sainz, que el jueves se estrenará al volante en el circuito de Sakhir, durante el Filming Day, durante el que sólo podrán completar 100 kilómetros.
La intensa labor de los ingenieros también se plasmó en la parte trasera del SF21, donde se han usado las dos fichas de desarrollo permitidas por la FIA. "Hemos intentado mejorar todas sus áreas, donde fuera posible", aseguró Mattia Binotto, director del equipo.
Por supuesto, según la normativa, Ferrari deberá usar el mismo chasis del SF1000, con el que el año pasado sólo pudieron subir tres veces al podio. En cualquier caso, el objetivo será pelear por la tercera plaza del Mundial de Constructores, en duro pulso con Aston Martin, McLaren y Alpine.
"Esperamos ser una décima más rápidos por vuelta", adelantó Binotto, tras las evidentes evoluciones del SF-21. Los cambios, muy evidentes en el morro o las rejillas laterales, llaman mucho más la atención al compararse con el resto de rivales, que apenas han introducido novedades en sus diseños.
Enrico Gualtieri, responsable del departamento de motores, detalló las mejoras del propulsor. "Con el motor de combustión interna, nos centramos en aumentar su nivel de eficiencia térmica", subrayó el ingeniero italiano, sin perder de vista los nuevos desarrollos en el sistema híbrido y la electrónica.
Por su parte, Enrico Cardile, pasó revista al nuevo sistema de suspensión en la parte trasera y la nueva caja de cambios. "Nuestro objetivo fue recuperar más carga aerodinámica de la que se perdió con las regulaciones y reducir la resistencia", detalló el jefe del departamento de chasis.
Visualmente, el cambio cromático se centra en los tonos verdes del logotipo de Mission Winnow, el patrocinador principal, sumados a los rojos amaranto del último tercio del coche, los mismos que se utilizaron durante el último GP de la Toscana. Aquel homenaje al 125s, el primer monoplaza de Ferrari, se consolida ahora como tendencia en Ferrari.
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