Carlos Avedissian, de 66 años de edad y conocido por su ardua labor en el balompié costarricense habló para Al Pie del Deporte y www.everardoherrera.com sobre el significado que tuvo Hernán Fernando Sosa para su llegada a Costa Rica en el año 1987.
“Me trajo Hernán Fernando Sosa para pasear, para conocer tres meses, Fernando fue parte importante en la vida de nosotros, nos criamos juntos en el barrio y cuando ellos fueron con River yo estaba en Montevideo y había fallecido mi papá hace poco entonces el me llamó que quería verme, ahí fue donde conocía a Chávez Inecken, me dijo: pelao te voy a llevar, vas a ver qué país más bonito, yo le dije: ahora estoy con mamá porque papá murió, entonces a los poquitos meses me envió el pasaje y me trajo a vivir ahí en la Agonía, me pusieron a vivir ahí donde estaba Miguel Davis, Deyver Vega papá, Roberto, Desiderio Calvo, Víctor Calvo, donde era la casa de concentración de la Liga, ahí vivía yo”.
“Me fui quedando, me fui quedando y me trajeron a vivir a San Antonio del Tejar, Víctor Hugo Alfaro a trabajar con la comunal en ese tiempo y de un lado vivía yo y del otro lado estaba la cancha con mi señora y mis amigos ahí, entonces nos hicimos amigos”, comentó Avedissian.
Así mismo, elogia a Hernán Fernando Sosa como una persona espectacular dentro del terreno de juego y aún más como persona y con su familia.
“De Fernando muchas historias la gente no sabe, de Fernando era aquel tipo en la cancha bravo, que no perdía un balón, que nunca le afectó un ambiente difícil, para Fernando lo difícil era normal, era algo que le gustaba, que iba con él y ese fue el Fernando que uno conoció, cuando yo fui a verlo como estaba no fue fácil, cuando me abracé con las hijas menos y ese es el Fernando Soto que a pesar de quererlo, de admirarlo no conocían de él, el preocuparse por su familia en Montevideo, por todo lo que él hacía. Mis hijos me preguntaban un día que porque nosotros habíamos sentido tanto y les dije si no fuera por Fernando ellos no existieran tampoco”, indicó.