En la conferencia de prensa de ayer luego del partido entre Cartaginés y Alajuelense fuimos testigos una vez más del mejor estilo de Hernan Medford de los últimos años: en contra la prensa , polémico, confrontativo y a la defensiva en prácticamente todas las preguntas que se le realizaron.
Pero este tipo de conductas no han sucedido solo en Costa Rica, haciendo un repaso, tanto la prensa de Honduras como la de Guatemala sufrieron los embates de Medford cuando el técnico dirigió equipos como el Real España catracho, o como cuando estuvo al frente del Municipal chapín.
Básicamente los exabruptos y berrinches de Medford se centran en dos principales puntos como supuestas causas según el mismo técnico: los árbitros lo persiguen a él y a sus equipos así como también alega que la prensa deportiva en general de cualquier país es "amarillista" y "solo le preguntan cosas en negativo".
Cuando Hernán Medford era jugador, siempre lo conocimos con un carácter fuerte y por no guardarse nada. Siempre sincero y de frente. Si nos remontamos a sus primeras facetas como entrenador, recordaremos que todo fue éxito muy temprano: múltiple campeón nacional con Saprissa, Campeón de la Concacaf y tercer lugar en el Mundial de Clubes 2005.
Probablemente en este tiempo de éxito rotundo, nadie de la prensa recuerda al Medford que tenemos hoy. Podría decirse que en ese tiempo de luna de miel del entrenador con el futbol, todo eran sonrisas por lo no había casi nada que lo hiciera reventar en enojo por el gran éxito mostrado.
Ese éxito lo llevo a la Selección Nacional de Costa Rica donde fracasó en la Copa de Oro y luego fue destituido por pasar a duras penas la primera fase de eliminación contra Granada. Ahí ya podíamos ver las primeras pinceladas de un Medford iracundo.
Luego gozó de gran éxito siendo campeón en Guatemala con el Xelajú, y en Honduras con el Real España. Esto lo llevó a otra selección nacional, en este la caso la hondureña.
Probablemente aquí es donde empezamos a ver con mas furia a ese Medford que conocemos hoy. Ampliamente criticado en Honduras por su pobre desempeño fue cesado, no sin antes de tener múltiples enfrentamientos con la prensa de ese país al no gustarle las criticas recibidas.
Incluso tuvo una polémica de manera indirecta con Jorge Luis Pinto a quien acusó públicamente de hablar mal del tico a sus espaldas y de querer apropiarse del puesto de entrenador de la selección hondureña.
Pero el Medford iracundo que conocemos empezó a tomar forma cuando volvió al país para dirigir al Herediano, traído por Jafet Soto. Es aquí como podemos recordar que ambos iniciaron una serie de conflictivas conferencias de prensa donde prácticamente lejos de hablar de fútbol, se hicieron costumbre los ataques al arbitraje y a la prensa deportiva nacional.
Medford fue campeón por última vez en el 2017 con el Herediano, después ha fracasado en los intentos de llevar al podio a los equipos que ha dirigido. Fue destituido del Municipal de Guatemala, luego destituido en su segunda etapa con el Herediano, y aunque renunció al Real España, a este equipo lo dejo en el octavo lugar del campeonato catracho para venir a dirigir al Cartaginés.
En las conferencias de prensa con Medford, se puede hablar de todo, menos de fútbol, porque básicamente trata indirectamente a los periodistas como ignorantes en el tema. El periodismo costarricense cada post juego debe soportar los berrinches del técnico todas las semanas.
Viendo todo esto uno podría inferir que las frustraciones deportivas de Medford de los últimos años podrían ser las responsables de haber terminado de moldear ese problema con la prensa, pues como común denominador, siempre que existe o se aproxima un fracaso deportivo es que podemos ver al Medford más difícil de tratar.
Ya ahora prácticamente las conferencias de prensa del equipo Cartaginés son un gusto adquirido: si Cartaginés gana, entonces la prensa no le da el mérito ni reconoce el trabajo de él y sus jugadores. Si Cartaginés pierde entonces el arbitraje anda detrás de Cartago y la prensa es amarillista por ver solo lo malo, no se habla nada técnico y nada táctico y pocas veces aparece la autocrítica como en la conferencia de prensa luego del partido contra el Sporting de la semana pasada.
Aunque no se le puede obligar a una persona a cambiar, lo que si se puede hacer es algo que hemos pregonado en esta página anteriormente: reglamentar las conferencias de prensa para que tanto las preguntas de los periodistas como las respuestas de los técnicos, preserven el respeto entre ellos y el respeto que se merece al aficionado al futbol de nuestro país y así evitar que todo se convierta en un bochorno escandaloso como ha sucedido en los últimos tiempos.
Pasaremos la pagina hoy,y veremos que sucede mañana, la pregunta es: ¿cómo terminará la novela ?
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