No lo había podido lograr en el Gran Premio de Rusia hace dos semanas, pero era cuestión de tiempo. Y se dio donde se tenía que dar: el arco narrativo de la historia de la Fórmula 1 lo pedía y la casualidad -o no- le deparó a Lewis Hamilton el conseguir igualar el número de victorias de Michael Schumacher justamente en Nürburgring.
El inglés consiguió su 91° triunfo en la máxima categoría casi sin sufrir. Largó en la segunda posición detrás de su compañero de Mercedes Valtteri Bottas pero apenas unas vueltas después lo superó y ya no volvió a mirar atrás.
Alemania. Mercedes. Schumacher. Hamilton. La escudería alemana también "quería" que Lewis alcanzara al legendario Schumi en esta carrera, y el británico lo consiguió con otro de sus típicos manejos implacables, sin errores, no dejando dudas ni siquiera con un tardío safety car que podría haber puesto en riesgo su victoria.
Max Verstappen terminó segundo con su Red Bull, mientras que Daniel Ricciardo volvió a demostrar que el Renault mejoró muchísimo desde el inicio de la temporada y ya se lo puede cosiderar el tercer equipo del mundial, por delante de McLaren y de Racing Point, la sensación al inicio de la campaña.
El australiano aguantó bien a Checo Pérez en el cierre y se subió al podio merecidamente, en lo que fue la primera vez de Renault en el Top 3 desde Malasia 2011 (93 carreras). Luego terminaron el mexicano Pérez, Carlos Sainz, Pierre Gasly, Charles Leclerc, Nico Hulkenberg (quien corrió en lugar de Stroll), Romain Grosjean y Antonio Giovinazzi.
Fue triunfo finalmente de Lewis Hamilton, quien antes de subir al podio y festejar la victoria recibió un casco de Schumacher de parte de su hijo Mick, en lo que fue un momento muy emotivo.
Fuente: Directvsports