El seis veces campeón del mundo de la Fórmula 1, Lewis Hamilton dominó durante casi todo el GP de la Gran Bretaña y, lo que parecía una victoria sencilla se convirtió en un final cardiaco cuando su neumático delantero izquierdo reventó a la mitad del último giro.
Al final, con solo tres neumáticos y gracias a su ventaja construida sobre el Red Bull de Max Verstappen, le alcanzó para cruzar la línea de meta con una diferencia de 5.8 segundos sobre el holandés.
Cuando los semáforos se apagaron para dar arranque a una parrilla de 19 monoplazas ante el abandono temprano del Racing Point de Nico Hulkenberg; los dos Mercedes despegaron estableciendo un orden que no cambiaría hasta la parte final, con Hamilton al frente de Bottas. Detrás, Max Verstappen y Charles Leclerc se enfrascaron en un duelo por la tercera posición, mismo que ganó el piloto de Red Bull.
En la parte media de la clasificación un contacto entre el neumático delantero izquierdo de Alexander Albon con la goma trasera derecha del Haas de Kevin Magnussen provocó el primer coche de seguridad de la tarde. El danés perdió el control de su monoplaza, víctima del toque, para sufrir el abandono.
Los comisarios evaluaron la maniobra y determinaron que el tailandés era responsable del accidente. Una sanción de cinco segundos le fue aplicada al de Red Bull que cumplió en su segunda detención.
La carrera reinició en el sexto giro, pero pronto un nuevo periodo de coche de seguridad aparecería ante el fuerte impacto de Daniil Kvyat. El ruso de AlphaTauri perdió de vista la pista por unos segundos cuando realizaba ajustes en su tablero ante problemas en la caja de cambios, esto lo llevó a tocar uno de los bordillos rojos provocando el impacto.
El periodo de neutralización fue aprovechado por los equipos para ir a los boxes, con la mayoría optando por el neumático duro. Romain Grosjean, Haas, optó por prolongar su parada gracias a sus neumáticos medios, esto lo llevó de forma momentánea al quinto sitio antes de ser superado por los McLaren de Carlos Sainz y Lando Norris así como el Renault de Daniel Ricciardo antes de tener que ir a fosos y terminar 16°.
A partir de ese momento la carrera cayó en un estado de letargo, pero todo cambió en los últimos tres giros cuando el neumático delantero izquierdo de Valtteri Bottas se pinchó. Inmediatamente después el español Carlos Sainz sufrió del mismo problema.
Verstappen ascendió al segundo puesto con el problema del finlandés. Red Bull vio una ventana de oportunidad y rápidamente fue llamado a pits para colocarle un nuevo set de blandos para las dos últimas vueltas.
Hamilton transitaba a la victoria, pero a la mitad de la vuelta en el circuito de Silverstone presentó el mismo problema que su compañero de equipo.
Red Bull avisó por radio a Verstappen del inconveniente que tenía el Mercedes #44, aunque la ventaja establecida por el seis veces campeón del mundo le alcanzó para conservar la victoria y llegar así a siete triunfos en el GP de la Gran Bretaña, convirtiéndose en el piloto que más ocasiones ha ganado en su carrera de casa superando las seis obtenidas por Alain Prost en Francia.
Verstappen cruzó segundo y con la vuelta rápida de carrera tras su giro de 1m27.097s. Charles Leclerc completó el podio.
Daniel Ricciardo y Lando Norris cerraron los cinco primeros, mientras que Carlos Sainz, que estaba en la zona de puntos, cruzó 13° tras su falla en el neumático.