Desde la primera edición de los Campeonatos Mundiales de Atletismo en Helsinki 1983, la delegación cubana siempre obtuvo al menos una medalla por 17 certámenes consecutivos. No obstante, ayer en Eugene, por primera vez en 39 años de historia, la comitiva antillana regresará a la isla sin ninguna presea.
La última esperanza de Cuba para salvar la honra fue Lázaro Martínez en el triple salto, campeón mundial bajo techo y sobre quien existían grandes probabilidades de subir al podio. Sin embargo, Martínez, cometió tres faltas consecutivas para firmar su eliminación temprana en la competencia.
En el inicio de la jornada, la vallista Greisys Robles no pudo avanzar a la final de los 100 metros vallas femeninos y culminó cuarta en su heat con un discreto 13.24s. Esta fue la primera participación mundialista de una cubana en los 100 con vallas desde Anay Tejeda en 2009.
De esta manera, se certificó el peor Campeonato Mundial de Atletismo de la historia para Cuba, que solo tuvo a cuatro atletas entre los ocho primeros: Maykel Massó, cuarto en el salto largo, Leyanis Pérez, cuarta en el triple salto, Luis Zayas, sexto en el salto alto y Yaimé Pérez, séptima en el lanzamiento del disco.
En solo dos ocasiones Cuba obtuvo una sola medalla: la primera fue en la edición inicial de Helsinki 1983 con la plata de Luis Mariano Delis en el disco, y la otra en Londres 2017, con el bronce de Yarisley Silva en la pértiga. Sin embargo, Oregón 2022, rompe con cualquier estadística. Además, Cuba se ubica en el puesto 23 por lugares con solo 15 puntos.