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Tiger Woods ingresa al Salón de la Fama del golf y con emotivo discurso habla de las dificultades en su pasado

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Una noche de emociones para el golf mundial: Tiger Woods, entre lágrimas, recordó la lucha contra el racismo cuando era joven y el apoyo de sus padres durante su carrera en una emotiva ceremonia de ingreso al Salón de la Fama del Golf Mundial. 

En la sede del PGA Tour en Miami, el californiano fue aclamado por una carrera trascendente que lo ha visto capturar 15 títulos de Grand Slam, superado solo por el récord de 18 de Jack Nicklaus, además de ganar 82 títulos del PGA Tour de Estados Unidos, empatado con Sam Snead por el récord de todos los tiempos.

El crack, que permanece inactivo en el circuito por el accidente sufrido en febrero de 2021, agradeció a los instructores, caddies, amigos y familiares, muchos de ellos presentes, por el apoyo que lo ayudó a convertir los sueños de la infancia en una carrera deportiva histórica. ”No llegué aquí solo”, dijo Woods. “Tuve padres, mentores y amigos increíbles que me apoyaron en los momentos más oscuros y celebraron los momentos más altos”.

El ex número uno agregó que “en realidad es un premio del equipo”. “Todos ustedes me permitieron llegar aquí y solo quiero agradecerles desde el fondo de mi corazón”. El estadounidense, de 46 años, estuvo entre los cuatro consagrados en una ceremonia en la sede del PGA Tour de Estados Unidos en Ponte Vedra Beach, Florida, junto con el excomisionado del PGA Tour Tim Finchem, la fallecida pionera del golf Marion Hollins y la cuatro veces ganadora de Grand Slam femenino Susie Maxwell Berning.

 

Una infancia dura

Woods se emocionó antes de comenzar a reflexionar sobre su vida y abrió sus comentarios diciendo: “Acabo de perder una apuesta con Steve Stricker (veterano jugador del PGA Tour), ya que dije que no lloraría”. Recordó haber tenido que buscar pelotas de golf perdidas en los campos de golf para practicar cuando era un chico y su inspirador padre Earl le dijo que dejara de apostar por monedas de veinticinco centavos. “Así que “llegué a casa una semana después, tenía el bolsillo lleno de dólares”. ”Una de las cosas que me impulsó fue su pasión por jugar al golf”, comentó Woods sobre su padre.

A Woods le afectó el racismo cuando se le negó el acceso a los vestuarios, por lo que en el comienzo de su carrera tuvo que cambiarse de zapatos en el estacionamiento. “Me puse el calzado en el parking y sólo hice dos preguntas: ¿Dónde está el tee del 1? ¿Cuál es el récord del campo? Tenías que ser el doble de bueno para tener la mitad de la oportunidad; así que, fue muy duro, me dolió mucho. No se me permitía entrar a los camarines. El color de mi piel dictaba eso... A medida que fue pasando el tiempo, aquello me impulsó aún más”.

Mientras su padre enseñaba golf, su madre tailandesa, Kultida, le infundió una dureza que le sería muy útil en las próximas décadas de competición. Woods dijo que no se habría convertido en una leyenda “sin los sacrificios de mamá y papá”: “Ellos me inculcaron esta ética de trabajo para luchar por lo que creo, para perseguir mis sueños”.

Tiger no pudo contener de nuevo las lágrimas al hablar de cómo sus padres tuvieron que pedir una segunda hipoteca para que él pudiera seguir jugando al golf cuando era adolescente. Sus buenos resultados le permitieron llamar la atención de marcas como Nike y Titletist, con las que firmó acuerdos cuyos primeros ingresos destinó a pagar las hipotecas de sus padres. Sin duda, se trató del discurso más emotivo de toda una leyenda del golf en toda su carrera.

Woods, un luchador

Hubo dificultades, claro que sí. Woods admitió aventuras con múltiples amantes en diciembre de 2009 y se divorció de su entonces esposa Elin Nordegren en agosto de 2010. Luchó con lesiones en una rodilla y la espalda y se sometió a múltiples cirugías en ambas, preguntándose si alguna vez viviría sin dolor de espalda antes de que una operación de 2017 le permitiera volver a jugar, poniendo fin a una sequía de cinco años sin victorias en el Tour Championship de 2018.

En 2019, Woods ganó el Masters, su primer título importante desde el US Open de 2008, abrazando a los niños Sam y Charlie en el green 18 en Augusta National, de la misma manera que había abrazado a sus padres allí después de su triunfo en el Masters de 1997.

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Para agregarle más altibajos a su carrera, sufrió graves lesiones en las piernas en un accidente automovilístico en febrero de 2021 y continúa recuperándose, diciendo que espera poder jugar algunos eventos cada año, pero hasta ahora no ha dado un calendario para un posible regreso.

Durante la ceremonia fue presentado por su hija Sam Alexis, quien mencionó el accidente en sus comentarios. ”No sabíamos si volvería a casa con dos piernas o no”, dijo su hija en la ceremonia. “No solo estás siendo incluido en el Salón de la Fama, sino que estás parado aquí con tus propios pies”. ”Es por eso que te mereces esto, porque eres un luchador. Has desafiado las probabilidades cada vez (incluyendo) poder caminar solo unos meses después de tu accidente”, recordó su hija.

También tuvo tiempo Sam para contar una anécdota increíble sobre su padre: “Ha sido en los campos de fútbol y torneos de golf a lo largo de los años que Charlie y yo comenzamos a darnos cuenta de lo famoso que es en realidad”, dijo. “Quiero decir, ¿cómo puede un tipo que todavía se comunica por FaceTime con sus amigos para discutir sobre líneas de tiempo de Marvel-DC y que va a Comic-Con vestido como Batman ser uno de los mejores golfistas que jamás haya existido?”

Seguramente, su hábito de disfrazarse de Batman en las prestigiosas ferias de comic será una pregunta obligada en la próxima conferencia de prensa que brinde Tiger. Un costado impensado, para un atleta que en 2019 logró uno de los regresos a la actividad más impactantes en la historia del deporte.

Tiger Woods con su hija Sam Alexis Woods, durante la ceremonia del Salón de la Fama en Ponte Vedra Beach, Florida