Novak Djokovic se coronó campeón en el Masters 1000 de Roma al adjudicarse el partido decisivo, disputado este lunes, por 7-5 y 6-3 sobre Diego Schwartzman en 1 hora y 53 minutos de juego.
El regreso a la acción en agosto tras el impasse por la pandemia había sido exitoso para el Nole, a partir de su consagración en Cincinnati. Sin embargo, su presente se vio atormentado por la descalificación en los octavos de final del US Open a raíz de un pelotazo involuntario a una jueza de línea.
El Nº 1 del mundo mantuvo las buenas sensaciones en su tenis y pudo vulnerar en la final del Foro Itálico a un jugador como el argentino, intenso y perseverante sobre arcilla, una pared difícil de pasar desde el fondo de la cancha.
A pesar de haber arrancado con doble quiebre abajo (0-3), Djoko supo recuperarse e hilvanó cuatro juegos para adelantarse en el primer set. Igualmente, la historia continuó pareja y recién en el 12º game, el europeo pudo desequilibrar para llevarse el capítulo inicial.
El panorama cambió en el segundo capítulo y el de Belgrado acentuó su dominio; una vez que se escapó con break se volvió inalcanzable y su juego fue in crescendo para liquidar a un tenista porteño que quedó rendido ante el repertorio de su rival.
Djokovic alcanza así su quinto título sobre el polvo de ladrillo de la capital italiana y recupera una corona que no obtenía desde 2015. Además, fue su 36º trofeo de M1000, para desempatar así de Rafael Nadal (35) como el máximo ganador de este tipo de torneos que comenzaron a jugarse bajo esta denominación en 1990.