El padre del serbio Novak Djokovic ha vuelto a cargar con dureza contra el suizo Roger Federer, instándole a la retirada. Ambos tenistas están lejos de considerarse amigos. Hay roces del pasado que no se olvidan.
Sobre este tema el diario español El Confidencial presentó el siguiente artículo:
El padre de Novak Djokovic siempre tiene el revólver cargado. A pesar de que su carácter le ha costado disgustos con su hijo, no se muerde la lengua. Le da igual. Algunos aficionados piensan que el número uno del mundo debería tomar ya cartas en el asunto. Porque a Srdjan le chiflan las cámaras y hablar sin ningún tipo de rubor sobre cualquier cosa, especialmente si sirve para atacar a Roger Federer, persona que le es molesta. "Roger no acabará siendo el mejor tenista de la historia, por eso cultiva tanta enemistad hacia mi hijo. Ambos tienen una relación de respeto cultivada durante años, ¿pero para qué iba a seguir jugando un hombre con 40 años? Lo hace porque no puede soportar que tanto mi hijo como Rafa serán mejores que él", soltó en una entrevista recogida por ESPN. Luego, respecto al suizo, añadió: "Váyase a criar a sus hijos, esquiar y hacer cosas interesantes. Su tiempo ha pasado".
Si bien es cierto que la relación entre el serbio y el de Basilea ha mejorado mucho en los últimos años, tiempo atrás hubo roces importantes entre los equipos de los jugadores. La familia de Djokovic, hecha a sí misma tras el exilio por la Guerra de los Balcanes, no ha olvidado ciertas actitudes de Federer y eso se nota en muchas declaraciones que han venido sucediéndose. Todo tiene su porqué y, en este caso, habría que remontarse al 2006, a Ginebra, donde Suiza y Serbia se enfrentaron en la Copa Davis. Por aquel entonces, Federer era la principal raqueta de la ATP y Djokovic un joven desconocido para el gran público. Eso sí, aquel día los suizos ya le tomaron la matrícula.
En su partido contra Wawrinka, 'Nole' levantó dos mangas en contra para llevarse la victoria, pero a Roger no le gustó nada su manera de proceder. Supuestamente, el serbio fingió incomodidad durante el encuentro, que duró más de cuatro horas, simulando una pequeña cojera y pidiendo incluso la entrada de los médicos. Federer no dudó en señalarle públicamente: "No confío en sus lesiones". Con el ambiente crispado, Roger finiquitó la eliminatoria de playoffs al día siguiente en tres sets. Era la segunda vez que se veían las caras ese curso tras Montecarlo, el estreno de sus particulares cruces. Tras esto, y de nuevo ante los periodistas, volvió a reprobarle: "Las reglas están ahí para usarse, no para que se abuse de ellas, pero eso es lo que él ha estado haciendo muchas veces. No me ha gustado verle hacer eso y correr como si nada de nuevo. Estoy feliz de haberle derrotado".
Pese a que ambos limaron asperezas en semanas siguientes, las palabras del de Basilea no sentaron bien en el círculo más íntimo de Novak. Srdjan, años después, lo reconocería en 'Newsweek': "Mi hijo tenía problemas en el tabique nasal y no podía respirar. Tenía problemas para jugar puntos y partidos largos. Federer aprovechó eso para faltarle al respeto. Nunca nadie ha tratado así a mi hijo. Podrá ser el mejor del mundo, pero no una buena persona". La realidad es que Djokovic tuvo que pasar a finales del 2006 por el quirófano para solventar la desviación de su nariz, que no le permitía llegar fresco a los instantes finales de ciertos partidos, como se pudo comprobar contra Rafa Nadal en Roland Garros. Así las cosas, es posible que 'Nole' aprovechara esos teóricos calambres contra Wawrinka para recobrar algo el aliento, aunque la verdad solo la sabe él. Sea como fuere, a Federer, que ya había visto de todo, la táctica no le gustó un pelo.
Dos cursos más tarde, en 2008, hubo otro pequeño incendio. Durante las semis de Montecarlo, el juez cantó mala una bola del serbio en el primer set. Era una jugada dudosa, por lo que Roger se acercó para comprobarla. Mientras lo hacía, alguien desde la tribuna de Djokovic debió increparle, a lo que el suizo contestó alto y claro: "¡Cállate!" Al final, Novak se acabaría retirando en la segunda manga aludiendo mareos, cosa que Roger nunca entendió. Sus huidas a destiempo cuando no se encontraba a gusto eran ya muy comentadas entre los jugadores del circuito y le habían valido alguna que otra reprimenda
"Es un arrogante"
La fama de teatrero empezaba a perseguirle y a Federer y a su equipo aquel nuevo gesto les pareció una absoluta falta de respeto. La guerra entre ambos bandos, siempre fría, se fue apaciguando con el paso de los años, pero ciertos comentarios calaron hondo en el ánimo sobre todo de la familia Djokovic, que de vez en cuando echa la vista atrás y aprovecha para repartir recados. "Es un arrogante", dijo Dijana, madre del actual número uno, a principios de este mes de mayo. Aunque la relación entre Djokovic y Federer nunca será la misma que la que el suizo mantiene con Nadal, ambos han evitado avivar viejas rencillas durante esta pasada década. De hecho, a medida que el balcánico ha ido ganando en presencia y palmarés, y han empezado a coincidir en múltiples exhibiciones y eventos, su trato se ha vuelto más afectuoso.
"Nos respetamos. No somos amigos, pero somos colegas. No iremos a cenar juntos porque es difícil ser amigo de un rival con el que compites", explica 'Nole'. De puertas hacia afuera, los dos tenistas guardan las apariencias, aunque entre bambalinas el ambiente sea distinto. Lo cierto es que en esta especie de tensión no resuelta, a Djokovic los mareantes comentarios de sus padres no le benefician porque mientras él intenta construir puentes -con una actidud menos visceral y socarrona, más cercana- ellos los dinamitan a la mínima ocasión. La última salida de tono de su progenitor no ha gustado nada en el entorno de Federer, pese a que están curados de espanto. Mientras él se prepara para una nueva cirugía en su rodilla, Srdjan le insta a retirarse. No es el comentario más elegante y deportivo dadas las circunstancias.
Fuente: Diario El Confidencial España