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Cuba firma en París su peor actuación en Olimpiadas desde 1968, ¿qué pasa con el deporte isleño?

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La debacle del sistema deportivo estatal cubano, uno de los pilares de la propaganda del régimen, ocurrió en París 2024, donde la delegación cubana obtuvo apenas 9 medallas. 

En cuanto a número de medallas, para ver una actuación tan pobre de los cubanos habría que situarse en Múnich 72, donde los de la Isla cosecharon 8 medallas, aunque 3 de ellas de oro.

La delegación cubana queda por debajo, de esta manera, de los pronósticos oficiales que auguraban 5 medallas de oro.

Antes de los Juegos, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel se había referido al pronóstico como “conservador” y propuso que fuera revisado debido a que los deportistas cubanos podían “superarlo”. 

Estoy convencido de las potencialidades del deporte en Cuba y que sus representantes seguirán dando alegrías al pueblo”, dijo Díaz-Canel en unas declaraciones que confirman su desconexión de la realidad del deporte cubano.

FACTORES 

Cuba sufre el embargo estadounidense, la crisis financiera y el éxodo de talentos deportivos y ve menguantes sus posibilidades de regresar a sus días de gloria.

Cualquiera mayor de 40 años y seguidor de los Juegos Olímpicos debe sorprenderse por la ausencia entre los principales medallistas de París: Cuba. 

La isla caribeña, que siempre ha sido un referente en las competiciones deportivas y estuvo, entre Montreal 1976 y Sydney 2000, entre los diez primeros, ha visto una importante caída en su rendimiento olímpico, hasta el punto de quedar por debajo del grupo de los 15 mejores. países ejecutantes. 

En las últimas tres ediciones de los Juegos Olímpicos, Cuba fue superada por Brasil en la posición final, algo que no era imaginable a finales del siglo pasado. 

Con una participación muy discreta en los Juegos Olímpicos entre 1900, cuando hizo su primera aparición, ganando un oro y una plata con un solo atleta (Ramón Fonst, en esgrima), Cuba tuvo una gran participación en la siguiente edición, en 1904, con tres medallas de oro, terminando en la cuarta posición general. 

A esta posición, conseguida nuevamente gracias a la actuación exclusiva en esgrima de Ramón Fonst (dos oros) y Manuel Díaz (un oro), le siguió una ausencia casi total de medallas hasta Tokio 1964 - el país ganó, durante este período, sólo dos medallas ( una plata en Londres 1948, en vela, con la dupla formada por Carlos de Cárdenas y Carlos de Cárdenas Jr., padre e hijo, y otra plata en Tokio 1964, con Enrique Figuerola en los 100 metros lisos en atletismo).

El dinero soviético cambia la realidad deportiva cubana

Teófilo Stevenson e Fidel Castro: o esporte era uma parte fundamental de propagando do governo de Cuba — Foto: Reprodução

El cambio en el escenario deportivo del país se produjo durante la Guerra Fría, entre EE.UU. y la ex URSS, que financió al Caribe como forma de propaganda de la ideología comunista no sólo en el deporte, sino también en otros ámbitos (salud, tecnología y educación). ). Esta financiación se debió al embargo económico ejercido por los estadounidenses, que no aceptaban que un país tan cercano a su territorio (Cuba se encuentra a sólo 150 kilómetros del estado de Florida) tuviera proximidad ideológica con sus mayores enemigos geopolíticos.

Utilizada estratégicamente por la URSS por su situación geográfica, hasta el punto de que en su territorio había misiles y tropas soviéticas, Cuba se benefició de los recursos asignados al país por los soviéticos para desarrollar, a partir de 1959, una potente escuela deportiva. Equipos avanzados para la época y metodologías de entrenamiento probadas y eficientes para descubrir y perfeccionar talentos en las escuelas elevaron los resultados deportivos del país al más alto nivel del mundo. Después de los Juegos de Munich en 1972, el país comenzó a cosechar los frutos de las inversiones realizadas por el gobierno de Fidel Castro en el deporte, considerado como una eficiente máquina de propaganda. El país finalizó la edición en el puesto 14 de la general, con ocho medallas, tres de las cuales fueron de oro. En los Juegos siguientes, en Montreal 1976, Cuba finalizó en el octavo lugar, con seis oros y 13 preseas en total, iniciando un largo reinado en el boxeo (tres oros, tres platas y dos bronces).

El boxeo volvió a ser el buque insignia de Cuba en Moscú 1980, cuando el país se quedó con seis de sus ocho medallas de oro en ese deporte. El atletismo y el levantamiento de pesas también aparecieron como fortalezas del deporte cubano. El cuarto lugar en el medallero fue el mejor del país en la historia, pero el boicot del bloque capitalista a esta edición de los Juegos Olímpicos dejó dudas sobre cómo le iría a Cuba ante la ausencia de 66 países de la competencia, entre ellos Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.

Fuera de los Juegos de 1984, cuando el bloque comunista volvió al boicot, y de Seúl 1988, cuando se negó a participar en solidaridad con el entonces aliado Corea del Norte, que estaba en guerra con Corea del Sur, Cuba volvió a competir en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. , y tuvo una actuación espectacular, ganando 14 medallas de oro y terminando con 31 medallas, finalizando en el quinto lugar de la general, con destaques como Javier Sotomayor en salto de altura, el equipo femenino de voleibol que se convertiría en tricampeón olímpico y boxeo. con siete oros y nombres como Félix Savón, quien también sería tricampeón olímpico, y Joel Casamayor, quien luego sería derrotado por Acelino Popó Freitas en el boxeo profesional.

Fin de la URSS y financiación soviética

El fin de la Unión Soviética en 1991 tuvo un impacto directo en el deporte cubano. Se frenó el ingente flujo de dinero inyectado en el país por los líderes del bloque comunista, y con ello terminaron los intercambios de equipos y autocares y los viajes para competir en la antigua URSS.

El impacto no se sintió en los Juegos de Barcelona, ​​pero comenzó a afectar el desempeño cubano después de los Juegos de Beijing en 2008. La renovación de la generación criada y entrenada durante la época comunista no trajo la misma calidad a las canchas, gimnasios y arenas.

Sin la renovación de equipos de última generación y sin contar con innovaciones tecnológicas para desarrollarse, Cuba vio menguar sus victorias olímpicas. De un promedio de casi 11 oros por Olimpiada entre Barcelona 1992 y Atenas 2004, Cuba ahora tiene un promedio de cinco oros en las siguientes cuatro ediciones de los Juegos (Beijing 208, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020).

En París 2024 el desempeño cubano cayó aún más. En pleno colapso financiero, el país, que ya sufría el éxodo de atletas y entrenadores, vio cómo esta cifra aumentaba aún más en este ciclo olímpico. Varios deportistas emigraron o desertaron a otros países y adquirieron otras nacionalidades. El resultado fueron apenas siete medallas ganadas en Francia, de las cuales sólo dos fueron de oro (del fenómeno Mijain López, cinco veces campeón olímpico de lucha grecorromana, y del boxeador Erislandy Álvarez). En total, 18 atletas nacidos en Cuba representaron a otros países en Tokio 2020. De ellos, ocho ganaron medallas: Yasmani Acosta (plata en lucha grecorromana para Chile, llegando a la final ante Mijain López); Enmanuel Reyes (bronce en boxeo para España); Loren Berto Alfonso (plata en boxeo para Azerbaiyán); Wilfredo León (plata en voleibol para Polonia) y Javier Ibáñez (bronce en boxeo para Bulgaria).

Además de estos, los tres medallistas en triple salto masculino son cubanos naturalizados: Jordan Díaz (oro por España), Pedro Pichardo (plata por Portugal) y Andy Díaz (bronce por Italia). Si a todos los medallistas en deportes individuales se les contaran sus medallas, el país, que ganó dos oros, una plata y seis bronces, tendría cinco oros, tres platas y ocho bronces, sumando 15 preseas y ascendiendo del puesto 32 al 16 en la general. en París 2024. El desempeño de Cuba en medallas de oro en estos Juegos Olímpicos es el peor desde Ciudad de México 1968, el último en el que el país no subió una vez al lugar más alto del podio.

Vea la actuación de Cuba en los Juegos Olímpicos:

1900 - 1 de oro y 1 de plata - 2 medallas - 12º lugar general

1904 - 3 oros - 3 medallas - 4º lugar general

1908, 1912 y 1920 - No participó

1924 y 1928 - Sin medallas

1932 y 1936 - No participó

1948 - 1 plata - 1 medalla - 28.° lugar en la general

1952, 1956 y 1960 - Sin medallas

1964 - 1 plata - 1 medalla - 30.° lugar en la general

1968 - 4 plata - 4 medallas - 31.° lugar en la general

1972 - 3 de oro, 1 de plata y 4 de bronce - 8 medallas - 14° lugar general

1976 - 6 oros, 4 platas y 3 bronces - 13 medallas - 8° lugar general

1980 - 8 oros, 7 platas y 5 bronces - 20 medallas - 4° lugar general

1984 y 1988 - No participó

1992 - 14 oros , 6 platas y 11 bronces - 31 medallas - 5º lugar general

1996 - 9 oros, 8 platas y 8 bronces - 25 medallas - 8º lugar general

2000 - 11 oros, 11 platas y 7 bronces - 29 medallas - 9º lugar general

2004 - 9 oros, 7 platas y 11 bronces - 27 medallas - 11° lugar general

2008 - 3 oros, 10 platas y 17 bronces - 30 medallas - 19° lugar general

2012 - 5 oros, 3 platas y 7 bronces - 15 medallas - 16° lugar general

2016 - 5 oros, 2 platas y 4 bronces - 11 medallas - 18º lugar general

2020 - 7 oros, 3 platas y 5 bronces - 15 medallas - 14º lugar general

2024 - 2 oros, 1 plata y 6 bronces - 9 medallas - 32º lugar general

Fuente: cubanet.org

  

Alejandro Díaz (oro), Pedro Pichardo (plata) y Andy Díaz (bronce). Cubanos naturalizados forman el podio del triple salto en París 2024 — Foto: Cameron Spencer/Getty Images

Alejandro Díaz (oro), Pedro Pichardo (plata) y Andy Díaz (bronce). Cubanos naturalizados forman el podio del triple salto en París 2024