Michael Phelps, exnadador estadounidense de 38 años, es el deportista más ganador de los Juegos Olímpicos.
En su laureada trayectoria deportiva logró 28 medallas olímpicas, de las cuales 23 de ellas son doradas. Sus logros hablan por si solos, pero en las últimas horas reveló la otra cara de la moneda: la fuerte depresión con la que tuvo que luchar en varios momentos de su vida que lo llevó hasta pensar en quitarse la vida.
"Yo pensé en suicidarme y eso da miedo. Hay luz tras el túnel y quiero animar a la gente a que luche”, comenzó el Tiburón al mismo tiempo que alentó a quien pueda escuchar estas palabras y también está atravesando un momento similar a que pelee por salir.
“Hablar de salud mental me salvó la vida”, afirmó también en una charla a directivos de una empresa en un Congreso en Madrid.
Después de su participación en Atenas 2004, en los Juegos en los que logró seis medallas doradas y una de bronce, apareció en su vida la depresión. “Toqué fondo sin hablar con nadie. En 2008 caí en la misma espiral. Y en 2014 tuve otra y ya no quería estar vivo. Decidí ir a un centro de rehabilitación para seguir viviendo. Allí pasé los 45 peores días de mi vida. Me sentí vulnerable por primera vez. Entré con un escudo y no me comunicaba. Tras tres días, bajé la guardia. Ahora puedo mirarme al espejo y ver a una persona, no a alguien con una gorra y unas gafas de sol. Ya no me asusta decir nada. Ojalá la gente pueda luchar como yo. Una de cuatro personas tiene un problema de salud mental, ¿y cómo es posible que no hablen? Naomi Osaka, Simone Biles... Han alzado la voz y han compartido su viaje. Y eso salva vidas”, continuó el oriundo de Baltimore.