Boris Becker salió de la cárcel en el 2022 después de cumplir ocho meses de condena por delitos financieros y decidió volver al tenis, el deporte que lo catapultó a la fama y lo convirtió en uno de los mejores de la historia.
En este caso, se abocará a ser entrenador, una profesión que había dejado en 2016. Según informó, el alemán trabajará junto a Holger Rune, una de las mayores promesas del circuito, que actualmente ocupa el puesto número 6 del ranking ATP.
“Soy el nuevo entrenador de Holger Rune, es un diamante en bruto que necesita ser pulido”, dijo Becker, de 55 años.
El antiguo número 1 mundial y ganador de seis Grand Slams dijo que lo motiva el desafío de entrenar al joven danés: “Estamos en contacto desde hace tiempo, estoy orgulloso de que me haya elegido. Me gustan este tipo de jugadores con fuerte temperamento”, indicó en la cadena Eurosport.
“Es uno de los mejores jóvenes talentos del tenis mundial, voy a esforzarme en sacarle lo mejor”, añadió el triple vencedor de Wimbledon, que supo entrenar a Novak Djokovic, entre 2013 y 2016.
Rune, de 20 años, llegó a los cuartos de Roland Garros y Wimbledon este año, alcanzando en agosto el cuarto puesto en el ranking, la mejor clasificación histórica de un tenista danés. Sin embargo, sus resultados recientes han sido decepcionantes, cayendo en su debut en cuatro de los últimos cinco torneos que disputó.
Boris Becker, culpable de varios delitos financieros
En 2022 Becker cumplió ocho de los 30 meses de pena que recibió por haber infringido las leyes sobre la bancarrota ocultando bienes por un valor de 3,1 millones de dólares para evitar pagar sus deudas. Fue extraditado a Alemania en diciembre.
El jurado consideró probado que ocultó activos y préstamos por valor de unos 3,5 millones de libras (unos 4 millones de euros) para evitar así pagar sus deudas, que ascienden a unos 50 millones de libras (60 millones de euros).
Tras escuchar el dictamen de la jueza Deborah Taylor, Becker fue conducido a las celdas de la corte para empezar su condena. Al anunciar su decisión, la magistrada reprochó al deportista que no aprendiera la lección tras recibir una sentencia de prisión suspendida en Alemania en 2002, lo que ha sido considerado “un agravante significativo” en este caso.