Imágenes dramáticas de personas clamando ayuda desde sus balcones, 9 muertos, más de 13.000 evacuados, 24 comunas inundadas, son, al momento, el balance de una ola de mal tiempo sin precendente que ha golpeado el centro-norte de Italia, donde en dos días llovió lo que normalmente solía llover en seis meses.
En ese contexto, a tres días del inicio del Gran Premio en Ímola, la Fórmula 1 ha informado que se canceló el evento.
“La comunidad de la Fórmula 1 piensa en las personas afectadas por el temporal en la región de Emilia Romagna. La decisión se toma porque no es posible celebrar el evento de manera segura para aficionados, equipos y personal, y es lo más responsable vista la situación a la que se enfrentan las localidades y ciudades de la región. No sería apropiado poner más presión sobre las autoridades locales y servicios de emergencias en este momento difícil”, dice el comunicado.
Lluvias torrenciales -que ya habían caído a principios de mes, provocando daños- volvieron a ensañarse con la región de Emilia-Romagna, cuyos 14 ríos se salieron de cauce arrasando anoche ciudades, pueblos, campos y provocando devastación, destrucción y muerte. Las localidades más afectadas son Cesena, Faenza, Forlí, Riccione, la zona de Ravenna y en menor grado, Bologna y alrededores.
La catástrofe, debida al cambio climático y a un proceso de “tropicalización” de Italia, según aseguró en una conferencia de prensa en esta capital el ministro Nello Musumeci, jefe de la Protección Civil, provocó, además, la cancelación del Gran Premio de Fórmula 1 de Imola, previsto para este domingo justamente en la zona afectada.
Mientras efectivos de las tres fuerzas armadas, 700 bomberos, 115 carabineros y 500 voluntarios –entre ellos, 130 especializados en rescates acuáticos y buzos- ya se encuentran en el escenario del desastre para rescatar a las personas que se han quedaron atrapadas en sus casas, las autoridades le pidieron a la gente subir a los techos altos de las viviendas. Las escuelas ya habían sido cerradas en los últimos días y el tránsito norte-sur de la península se encuentra colapsado por la inundación de vías de tren, carreteras y autopistas. Tanto es así que las autoridades también están pidiéndole a la gente no movilizarse.
Mientras seguía lloviendo y sigue vigente la alerta roja en esa zona de Italia –ya golpeada a principios de mes con lluvias denominadas “bombas de agua”-, los noticieros mostraban imágenes impresionantes. No sólo rescatistas salvando en helicópteros y gomones a diversas personas que quedaron totalmente aisladas porque no funciona la red eléctrica, sino también, puentes desmoronándose y aludes.
“Emilia-Romagna ha pasado una noche dramática, después de una jornada tremenda como la de ayer”, señaló esta mañana en las redes sociales el presidente de Emilia-Romagna, Stefano Bonaccini, que al margen de precisar que los 14 ríos de la región se habían desbordado en diversos puntos, muchísimas rutas se encontraban interrumpidas y comenzaban a contabilizarse víctimas mortales, dio la idea del drama. “Buena parte de nuestro territorio está irreconocible”, indicó.
“Estamos en contacto continuo con el gobierno, al que le hemos pedido movilizar todos los medios posibles para enfrentar la emergencia”, agregó, al pedirle a la población “máxima prudencia”. “No se acerquen a los ríos; quien vive cerca de cursos de agua, suba a los pisos altos. No se muevan si no es por necesidad y sigan las indicaciones de sus alcaldes y de las autoridades competentes”, urgió.
“El gobierno está presente y está listo para decretar medidas de urgencia para hacerle frente a la emergencia y ayudar a los ciudadanos golpeados por el mal tiempo“, aseguró la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, desde Alaska, donde hizo escala rumbo al G-7 de Japón e hizo una videoconferencia con Bonaccini y con el comité operativo de la Protección Civil, presidido por Musumeci.
Víctimas
En medio de un clima de gran conmoción, comenzaban a conocerse las identidades de algunas de las víctimas. Según el Corriere della Sera, entre ellas están Sauro Manuzzi y Palma Maraldi, marido y mujer, de unos sesenta años, matrimonio que al salir anoche a controlar su empresa agrícola de Ronta di Cesena, tras el desborde del río Savio, resultó arrollada por el torrente de agua que invadió una carretera.
Además, un hombre mayor murió ahogado en su casa de campo de Forlí, también arrasada por el agua del desbordado río Montone; una alemana fue encontrada sin vida en la playa de Cesenatico, probablemente arrastrada por la furia de las aguas; y otra persona que murió atrapada en su vehículo, entre las localidades de Solarolo y Castel Bolognese. “El cuerpo aún no ha sido recuperado porque el auto está completamente sumergido”, precisó el prefecto de Ravenna, mientas nadie descartaba un saldo aún mayor de muertos.