Deajah Stevens y Gabrielle Thomas, dos de las mejores velocistas estadounidenses del momento, han sido suspendidas provisionalmente por no cumplir con las normas antidopaje de localización obligatoria.
Stevens, de 24 años, fue séptima en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 en la prueba de 200 metros, mientras que en 2017 acabó quinta en los Mundiales de Londres y se proclamó campeona de Estados Unidos.
Thomas, por su parte, tiene 23 años y entre sus victorias más destacables figuran las conseguidas en la prestigiosa reunión de Lausanne en 2018 y 2019, también en la prueba del doble hectómetro.
La decisión ha sido anunciada por la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU por sus siglas en inglés), que también ha dado a conocer la suspensión provisional del atleta keniata Alex Korio Oliotiptip, de 29 años y 11º en la prueba de los 10.000 metros en los pasados Mundiales de Doha.
Según las reglas antidopaje en vigor, los atletas deben indicar su localización geográfica a las instancias correspondientes con 90 días de antelación para permitir realizar controles fuera de competición cualquier día del año. Tres incumplimientos de esta norma en doce meses suponen una infracción por dopaje.