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Hondureño Mauricio Dubón debuta en las Grandes Ligas

El beisbolista hondureño Mauricio Dubón tuvo su esperado e histórico debut en las Ligas Mayores de Béisbol (MLB), en el encuentro que su equipo los Cerveceros de Milwaukee perdieron 6-5 frente a a los Piratas de Pittsburgh.

El catracho fue incluido al roster de los Cerveceros ante la lesión del venezolano Orlando Arcia y su primer juego estuvo marcador por un parón de casi 40 minutos debido a la fuerte lluvia que azotó en el PNC Park de la ciudad de Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos.

El momento más esperado para el joven de 24 años nacido en San Pedro Sula, fue cuando se jugaba la octava entrada. Dubón fue el tercer out de la octava entrada, logró pegar batazo que fue directo adonde se ubicaba el primera base, Josh Bell, en su único turno al bate.

El lanzador que estaba en la lomita por parte de los Piratas era el cerrador venezolano Felipe Vázquez, quien logró su salvamento número 20 de la temporada. Dubón se mantuvo en el partido como campocorto pero no logró registrar su primera asistencia.

El futuro del hondureño Dubón es incierto, pues tras recuperarse el venezolano se desconoce si el ma- nager del equipo Craig Counsell lo regresará a la AAA o lo mantendrá con el primer equipo para su próximo partido que será el viernes 12 de julio.

 

Cabe destacar que Mauricio se ha convertido en el primer “catracho” nacido y criado en Honduras que llega a las Grandes Ligas de los Estados Unidos. Dubón, de 24 años, fue firmado originalmente por los Boston Red Sox en el 2013 a finales de 2016 fue transferido a Milwaukee en una transacción que llevó a Travis Shaw también a los Cerveceros.

Todo comenzó con u momento excepcional de buena suerte y una decisión atrevida y difícil. A diferencia de los prospectos internacionales del béisbol, Dubón no fue descubierto por un cazatalentos.

Su camino a Estados Unidos fue iniciado por el integrante de una misión cristiana que estaba donando equipo de béisbol en Honduras. Dubón tenía 15 años cuando conoció a Andy Ritchey, que se sintió impresionado por el brazo y la velocidad del joven.

Unos pocos días después de ese primer encuentro, estaba listo para iniciar una nueva vida con la familia Ritchey en Sacramento, California. Ese fue el primer golpe de suerte para Dubón, pero también presentó el mayor reto.

De repente e inesperadamente, estaba en tierra extranjera, lejos de todo y todos los que conocía. Aunque sabía un poco de inglés, el idioma era un problema. Pero extrañar fue lo que lo hizo llorar cada noche. Dubón se dijo a sí mismo que valdría la pena si eso significaba una oportunidad de tener una carrera en el béisbol.

Fuente: Diario El País de Honduras