Sebastian Vettel ganó el GP de Canadá de Fórmula 1, pero fue penalizado y el vencedor fue Lewis Hamilton.
Muy molesto por la decisión disciplinaria, Vettel la acató.
Pero primero cambió de lugar los carteles que destacaban a los autos ganadores. Puso el número 2 delante del Mercedes del británico y el 1 donde debería haber estado estacionada su Ferrari.
Luego, cuando ingresó a la sala donde aguardan los tres primeros, hubo un saludo protocolar entre Hamilton y Vettel. Pero el clima era irrespirable.
Ya en el podio, Hamilton primero le pidió y luego lo tironeó a Vettel para que comparata con él el primer escalón. El alemán, a regañadientes, terminó a su lado mientras una silbatina del público cuestionaba la sanción. Incluso, no se sumó al habitual baño de champagne post premiación.
Fue el cierre de una tarde complicada para ambos, que protagonizaron un final polémico de una gran carrera en el GP de Canadá de Fórmula 1.
¿Qué pasó?
La cosa sucedió así: Vettel se fue recto en una curva de la vuelta 38 y salió del césped trastabillado, directo al muro. Tanto que cerró el paso a Hamilton, que lo atosigaba en una potente presión por la victoria. Hamilton no pudo pasar, Vettel explicó que no podía hacer otra cosa, y los comisarios se pronunciaron: cinco segundos de sanción.
El piloto alemán estalló cuando terminó la carrera: «El mundo está al revés. No es justo. Tuve la suerte de no estrellarme contra el muro», comentó. «No sé el motivo de mi sanción. Todo el mundo sabe que la hierba tiene menos agarre que el asfalto», añadió. Hamilton, por su parte, también se pronunció al respecto: «Esta no es la forma en la que me gusta ganar, pero casi nos chocamos en la curva 4; y así son las carreras», comenzó diciendo. «Vettel no estará de acuerdo con la sanción, es su opinión, sin duda; pero cuando regresas a pista después de salirte de ella, no puedes hacerlo cruzándote en la línea».