El rugby, pese a su agresividad, es uno de los deportes más leales del mundo. No obstante, las pasiones son difíciles de controlar, como quedó demostrado en este encuentro entre el ST. Helens y el Wigan.
Lance Hohaia, de Helens, llegó tarde al cruce con Ben Flower, quien perdió los estribos. Acto seguido, Flower golpeó a su rival y lo tiró al piso. Ahí, lo remató con otro violento golpe.
Como era de esperarse, el jugador fue expulsado inmediatamente.
La acción se produjo en plena Super League Grand Final, por lo que su impacto mediático fue muy amplio, teniendo en cuenta la gran expectación que había despertado el encuentro especialmente en Inglaterra. Las críticas hacia el jugador galés de los Warriors no se hicieron esperar, especialmente debido a que el voluminoso deportista de 26 años 'remató' a su rival cuando yacía tendido sobre el césped.
Una actitud intolerable, pese a la anterior carga a destiempo de Hohaia, que provocó que las redes sociales clamasen contra Flower duramente pidiendo una sanción ejemplar.
Hohaia quedó completamente 'knockeado' sobre el terreno de juego. El neozelandés de 31 años fue sorprendido ante la explosiva reacción de su rival. Una acción completamente inusual en un deporte tan noble como el rugby pese a su contundencia.
Flower, evidentemente, fue expulsado de forma fulminante -era el minuto 2- y acabó condenando a su equipo. El St. Helens se alzó con el título tras derrotar a los Warriors por 14-6. Es el primer título del St. Helens desde 2006 cuando derrotaron al Hull.
Fuente: Diario Sport
