Antes de que Aarón Hernández se suicidara en 2017, el exjugador de los New England Patriots y estrella de la NFL, escribió tres notas suicidas en papel cuaderno con rayas.
Las notas, plasmadas por su último abogado José Báez en su nuevo libro, “Rudeza innecesaria: al interior del juicio y los últimos días de Aarón Hernández“, fueron halladas en la celda del deportista la noche en que se suicidó.
Estaban dirigidas a la hija del atleta, Avielle Jenkins-Hernández, su novia Shayanna Jenkins y al mismo Báez. En ellas, Hernández escribe sobre el amor de Dios y sobre sus hijos, a los que quiere que cuiden y que entren en un “reino eterno”.
Hernández, que estaba cumpliendo cadena perpetua por el asesinato de su amigo Odin Lloyd, fue encontrado desnudo y colgado de una sábana en su celda en abril de 2017, según funcionarios estatales. Días antes había sido absuelto de dos cargos de asesinato relacionados con un tiroteo a las afueras de una discoteca de Boston en julio de 2012.
Aunque la carta de Hernández a Báez parecía optimista, sus escritos para Shayanna, ahora de 29 años, y Avielle, ahora de 5 años, fueron más siniestros. La carta de Hernández a Shayanna comienza en la página 233 del libro.
Shay,
Siempre has sido mi alma gemela y quiero que ames la vida y sepas que siempre estaré contigo. ¡Te dije lo que vendría indirectamente! Te quiero mucho y sé que eres un ángel. ¡Nos dividimos en dos para cambiar el mundo! ¡Tu característica es la de un ángel verdadero y la definición del amor de Dios! Cuenta mi historia completa, pero nunca pienses en nada más que cuánto te amo. ¡Este era el plan supremo de los todopoderosos, no el mío! ¡Te amo! ¡Deja que Avi sepa cuánto la amo! Cuida a Jano y Eddie por mí, son mis muchachos (eres rica).
Báez luego se refiere a la tercera página y opina sobre el estado mental de Hernández, escribiendo: “la tercera página de la escritura suena como un hombre que había aceptado su destino. Es como si viera al ángel de la muerte en su puerta”.
NO MUCHO TIEMPO
¡ME ESTÁN LLAMANDO!
JUAN 3:16
Hernández tenía Juan 3:16 escrito en su frente cuando lo encontraron en su celda, según una fuente de las fuerzas de seguridad.
Baez luego se salta a la cuarta página de la carta:
¡Los amo a todos por igual! ¡Todos somos el uno al otro! ¡No derramen una lágrima porque estoy con todos ustedes y nunca me iré! ¡NO REGRESEN A VIVIR MIENTRAS ADORAN A LOS IDOLOS FALSOS de los que les advertí!
Báez escribe sobre lo que dice parece ser las últimas palabras de Hernández.
¡¡¡ES LA HORA!!!
La verdadera vida eterna.
Báez copia la carta de su cliente a su hija, Avielle, en la página 233, sin comentarios.
Avi,
¡Papá nunca te dejará! Estoy entrando en el reino eterno en el que puedo entrar en cualquier forma en cualquier momento porque todo lo que podría pasar o no sucedió, ¡lo veo todo a la vez! La vida es eterna, ¡cree! Ama, arrepiéntete, y mírame a mí y a ti misma en todos, porque esa es la verdad. Los veré a todos en los cielos esperándolos a todos con el mismo amor. ¡Nunca me teman, pero ámenme! ¡El miedo es la única separación entre tú y yo! Somos el uno para el otro -yo/tú – tú/yo- ¡no hay necesidad de temer, pero lo que le haga a otro volverá!
El poder de ahora
Conversaciones con Dios 1, 2, 3
Hogar con Dios
Anuk Ausar “Metu Neter”
José Báez intervino para hacerse cargo del segundo juicio por homicidio de Hernández a mediados de 2016, después de su absolución en abril de 2017. Dice que se hizo muy amigo de su cliente y escribe en el libro que Hernández a menudo se dirigió a él como su hermano.
En el período previo a la revelación de las notas de suicidio, Báez escribe que Hernández, en lo que sería la última noche de su vida, parecía feliz y emocionado por el futuro. Las notas de suicidio fueron entregadas por funcionarios del penal pocos días después de la muerte de Hernández.
Báez dijo a ABC que todas las ganancias del libro irían a un fondo universitario dirigido a Avielle Jenkins-Hernández, “para que pueda saber que hay un lado diferente de la historia de su padre”.
“Era alguien amado, cuidado, extremadamente incomprendido, y si algo bueno puede salir de todo esto, creo que Aarón sería extremadamente feliz”, dijo el abogado.
De acuerdo con la neuropatóloga de la Universidad de Boston, Ann McKee, Hernández sufrió un caso severo de CTE, formalmente llamado encefalopatía traumática crónica. Tenía 27 años cuando falleció y presentaba CTE en etapa 3 (la etapa 4 es la más severa). El tipo de daño cerebral observado en Hernández generalmente se ve en alguien 20 años mayor.
Una cantidad de jugadores retirados de la NFL que han sufrido conmociones cerebrales han desarrollado problemas de memoria y cognitivos, incluido el CTE. Los médicos también han descubierto CTE al examinar los cerebros de muchos jugadores que han muerto.
Fuente: CNN en Español