Si no puedes con tu enemigo, responsabiliza al árbitro. Al menos eso fue lo que dio a entender el alemán Wilhelm Ott en una velada de Aggrelin 19. El luchador se medía a Nihad Nasufovic, quien lo sometía a una llave que lo obligó a rendirse. Sin embargo, el árbitro no estuvo atento y dejó seguir la peligrosa acción.
Al terminar el combate, Ott explotó y agredió al árbitro.
En las peleas de MMA, el árbitro es un factor indispensable. Debe saber cuándo detener la pelea y cuando dejar que continúe, es el encargado de marcar cuál es el límite. Pero eso no ocurrió en la velada de Múnich, ya que no vio el momento en el que el luchador se rendía.
Tras un combate parejo, el montenegrino de 30 años logró aferrarse al cuello de su rival para ganar el combate. Ott, un experimentado peleador de 12 victorias y 13 derrotas, se dio por vencido y el colegiado no vio la señal.
El oriundo de Bijelo Polje, que decidió soltarlo al ver que estaba a punto de estrangularlo, se proclamó vencedor, mientras que Wihelm Ott arremetió directamente contra el colegiado, empujándolo y golpeándolo.
Tras ser detenido por su gente, la cual ingresó inmediatamente a la jaula, se dio por finalizado el combate. El austriaco fue descalificado y recibirá una dura sanción, entre ellas la de un castigo de por vida.
