Warriors tienen una ventaja de 3-0
Los equipos de Cleveland y Golden State ofrecieron el mejor encuentro, al menos en términos de paridad y suspenso, de las actuales finales de la NBA. Al final, el partidazo quedó en manos de los Warriors, que se lo llevaron por 118 a 113 con 31 puntos de Kevin Durant, 30 de Thompson y 25 de Curry.
No le alcanzaron a los Cavaliers los 39 de LeBron James y los 38 de Kyrie Irving. El equipo de Steve Kerr llegó a 15 victorias en los playoffs sin conocer la derrota. Podría hacer historia y convertirse en el primer conjunto de la historia en ganar el trofeo Larry O'Brien con un récord de 16-0.
Todo Cleveland había anunciado que no bajaría el ritmo de las posesiones, lo que muchos sugirieron debían modificar. Claro, es que los reyes del juego de transición son los Warriors. “Pero así jugamos nosotros y no vamos a cambiar”, había avisado LeBron James. Con la potencia de los ataques superando continuamente a las defensas, desde temprano se fue armando un gran choque. El 23 de los Cavaliers hizo lo que quiso (15 puntos en el primer cuarto) pero Klay Thompson (16)no se quedó atrás y lideró a los Warriors, que volvieron a mostrar su habitual poderío desde la línea de triples.
Desde el segundo cuarto, Cleveland encontró en Kyrie Irving una razón para ilusionarse. El base, que venía siendo muy bien controlado por Thompson, comenzó a encontrar los caminos al aro y a desequilibrar en el uno contra uno como sólo él sabe hacerlo. Golden State no estuvo tan fino en la defensa como de costumbre, detalle clave para que Cleveland pudiera seguir en partido al final de la primera mitad (67-61).
El tercer cuarto es, por excelencia, la hora Warrior. Es ahí cuando el equipo de Steve Kerr suele hacer la diferencia. Sin embargo, esta vez unos Cavaliers más enfocados que nunca lograron dejar a su rival en bajísimos (para sus estándares, claro) 22 puntos en el cuarto (sólo 6 de Curry, 2 de Thompson y 1 de Durant) y fue la hora Irving, que metió 16.
Kevin Love tiró pésimo (1-9)pero al menos aportó 6 robos mientras James e Irving sostenían al equipo. Sin embargo, Golden State siempre estuvo cerca y dio el zarpazo a una posesión del cierre, que luego coronó con una fantástica defensa de Andre Iguodala sobre LeBron. El viernes se juega, de nuevo en Cleveland, el cuarto partido. Nunca se dio vuelta un 0-3 en finales, aunque nunca se había dado vuelta un 1-3 y este Cleveland lo hizo.
