El inglés Scott Marsden, era una promesa del deporte. Con tan solo 14 años había ganado en el 2015, la medalla de oro en la categoría 50 kilos del Campeonato Mundial de Kick boxing que se disputó en España.
El joven estaba disputando la final del campeonato nacional de Leeds cuando de repente se desplomó sobre el ring.
Ante el hecho, el juez del evento tuvo que detener el combate y posteriormente trasladar de urgencias al menor a un centro hospitalario de la ciudad de Sheffield en inglaterra.
El menor ingresó en estado crítico al lugar y, aunque lograron estabilizarlo, los daños fueron irreversibles y falleció minutos después.
La policía de West Yorkshire cerró la investigación catalogando la muerte como "no sospechosa", ya que la teoría más fuerte apuntaba a una falla cardíaca congénita.
Jon Green, presidente de la World Kickboxing Association (WKA), criticó duramente a los servicios de emergencia por haber tardado en un accidente que "necesitó respuesta urgente".
Una amiga del joven, informó a algunos medios locales que finalmente Scott falleció rodeado de su familia y de la gente que lo quería.
Miembros del club 'Marsden's All Styles Kickboxing', de Sheffield, confirmaron que por el momento se paraliza toda actividad, mientras la 'Leeds Martial Arts College' hace los tributos correspondientes al menor, y afirmaron que "siempre lo recordarán como un verdadero campeón”.
