El nadador estadounidense Michael Phelps ha hablado en ‘Sports Illustrated‘ de la etapa más oscura de su vida, que terminó con el multicampeón arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol.
“Estuve en un lugar muy oscuro. No quería estar vivo” confiesa. Phelps estuvo 45 días en una clínica de rehabilitación, “el momento en el que más miedo he sentido en mi vida”, expresó Phelps.
Bob Bowman, su entrenador de toda la vida, cuenta en el artículo de SI que “vivía con el miedo de que algún día alguien llamara para contarme algo que había pasado con Michael.
Sinceramente, pensé que por el camino que iba iba a acabar matándose. No quitándose la vida, pero sí algo como lo del alcohol, o peor”.
“Él lo pasó pero de lo que imaginas. Se notaba que sentía el peso de sus acciones. Sabe que hay muchos niños mirando cada cosa que hace. Él tiene su fundación. Sabía que había decepcionado a la gente y no tenía idea delo que iba a suceder”, añade.
Pero Phelps se ha recuperado y sus entrenadores están impresionados con su dedicación y trabajo.
En agosto, mientras sus compañeros de Estados Unidos estaban en el Mundial de Kazán, él compitió en los nacionales de San Antonio y marcó un 1:52.94 en los 200 mariposa, su mejor marca desde su récord del mundo en 2009.
En Kazán, Chad le Clos ganó el oro en los 100 mariposa con un tiempo de 50.56. Y al acabar dijo en una entrevista que podía estar tranquilo, porque era un tiempo que Phelps no había hecho en cuatro años. Unos días después, el norteamericano hizo un 50.45 en esa prueba en San Antonio.
Y poco después marcó un 1.45.74 en los 200 estilos. Las tres marcas que consiguió en San Antonio han sido las más rápidas de 2015, con ellas hubiera ganado tres medallas de oro en el mundial. Phelps, que en juventud nunca destacó por ser muy metódico y aplicado en los entrenamientos, algo que ha cambiado por completo.
Bob Bowman dice que Michael no se ha perdido ni un solo entrenamiento este año. Y ha prometido no probar el alcohol, por lo menos, hasta los Juegos Olímpicos de Río. Tras muchos años entrenando irregularmente y con resaca, ahora su cuerpo está limpio.
“He reducido significativamente mi grasa corporal. Estoy más delgado que nunca” asegura el nadador.
“Las marcas son fruto de trabajar, recuperar, dormir y cuidarme más de lo que nunca he hecho”. Para el experto Eddie Reese, “Si coges las ventajas de no beber y le añades más fuerza y madurez física, creo que vamos a ver a Phelps nadar más rápido de lo que lo haya hecho jamás.
Más rápido incluso que con los bañadores hi-tec “mágicos” que se prohibieron en 2010. Si sigue entrenando así hasta agosto va a alcanzar es nivel superior”.
