Tal y como señala el título, Albert Rudé hoy respira un poco mejor luego haber tenido figuradamente, un zapato encima que le cortaba el aliento, principalmente luego de la pobre presentación ante el Sporting donde sucumbió otra vez en el epílogo 2x1.
Y es que esas son las bondades que permite nuestro campeonato, donde hoy un técnico está en la picota, pero en un abrir y cerrar de ojos una combinación de resultados permite que un equipo suba 3 posiciones de una sola fecha para que la mayoría de los detractores vuelvan su cara a otro lado.
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Pero aquí en Corazón Rojinegro, tratamos de verlo más con objetividad que con pasión. Y esa objetividad nos dice que el triunfo de 3x0 contra Jicaral aunque da un respiro, no es un parámetro para decir que todas las falencias del equipo manudo han sido solventadas, pues sin menospreciar al equipo peninsular, no se puede tener como punto de medición, ganarle al último lugar de la tabla acumulada y candidato al descenso.
De lo rescatable creo que es la confirmación de que las incorporaciones de los extranjeros Israel Escalante y en especial Freddy Góndola han venido a sumar más que a generar dudas como sucedía en épocas pasadas. En el caso específico del panameño, sumo su tercer gol y es el principal cañonero del equipo.
Al final puede ser que estos detalles pasan a un segundo plano, pues estoy seguro que los aficionados manudos queremos ver al equipo ganándole a rivales de alta alcurnia como el Saprissa y el Herediano, a quienes por cierto, Albert Rudé no ha podido vencer desde que puso un pie en suelo costarricense. Entonces, volvemos al inicio, Rudé respira gracias a los partidos que al aficionado poco le importan, pero aún no despeja nebulosas.
El Alajuelense de Rudé ha sembrado dudas pues no es un equipo sólido y consistente. Los primeros tiempos contra Perez Zeledón Cartaginés y el partido contra Sporting desnudaron que al equipo erizo le cuesta tener profundidad y transiciones de defensa ataque que al menos terminen en un disparo a marco. Por momentos se ve un equipo lento y soso que depende de los chispazos de Bryan Ruiz o de Alex Lopez, y que ha demostrado además de inconsistencia, una incapacidad para cerrar con seguridad los últimos minutos de los partidos.
Por eso, ayer Rudé ganó oxígeno y tiempo donde el proceso de retiro de la respiración artificial comenzará el próximo fin de semana contra el Municipal Grecia. Si pronto no se observa una evolución en este equipo, otra vez el español estará cuidados intensivos. La pregunta del millón es ¿Qué decisión debería tomar Fernando Ocampo si la enfermedad sigue propagándose?
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