DUARTE FUE TITULAR EN EL EMPATE 2-2 ENTRE EL ESPANYOL Y EL MÁLAGA
El costarricense Oscar Duarte, ficha del Espanyol de Barcelona, relató cómo llegó a convertirse en futbolista, pese a que en su país natal (Nicaragua), el deporte preferido es el béisbol.
“Al principio no me daba cuenta, era muy chico. Pero, después cuando ella me llamaba por teléfono, me costaba. Siempre nos mandaba regalos a mi hermana y a mí”, cuenta Duarte al rotativo español.
El zaguero llegó a Europa para jugar en el Brujas, un equipo en el que al parecer no había mucha esperanza por como se pudiera desempeñar, sin embargo con el pasar de los meses se ganó el respeto de todos. Luego fue fichado en el fútbol español tras su destacada actuación en la Copa del Mundo Brasil 2014 con la selección tica.
Pregunta. ¿Cómo se convirtió en futbolista en una tierra de beisbolistas?
Respuesta. Soy una rareza. Jugué al béisbol, como todos, pero se me daba muy mal. Lo sigo intentando cuando voy de visita, pero lo mío es la pelota. El deporte nacional en Nicaragua es el béisbol, pero desde hace un tiempo que el fútbol ha comenzado a pelearle el protagonismo. Se ha empezado a apoyarle más, la selección estuvo a punto de clasificarse a la ronda final de las eliminatorias para Rusia (cayó ante Jamaica, 4-3 en el global). Todo ayuda. Además, ahora el Deportivo Saprissa abrió escuelas en Nicaragua.
P. ¿Fue muy duro el cambio de Costa Rica a Bélgica?
R. Al principio, sí. Todo es diferente; la vida, la gente está, quizás, más cohibida. Con mi mujer nos aburríamos un poco cuando llegamos. Yo estaba acostumbrado a pasar mucho tiempo con mis amigos, de cachondeo y todo eso cambió en Brujas. Y también había dudas sobre mí, porque el jugador de Costa Rica no era muy conocido en Europa, nos venían como un equipo débil. Pero después del Mundial de Brasil todo cambió (la selección Tica cayó en la tanda de penaltis ante Holanda en los cuartos de final). La gente nos comenzó a tomar en serio.
P. Fue el primer fichaje de la era Chen Yansheng en enero, entonces todo era más incierto en el club.
R. No tenía dudas. Quería venir a jugar en España. Me habían hablado muy bien del proyecto de míster Chen en el Espanyol y de todo lo que estaba pasando en el club. A mí me ilusionaba, aunque en ese momento el equipo no estaba en un buen momento.
P. En algún momento pensó: “¿Qué hago aquí?”
R. No, nunca. Son cosas que pasan en el fútbol. Lo único en lo que tienes que pensar, en esos momentos difíciles, es el siguiente partido. Centrarte en el pasado no te ayuda de nada. En esta nueva temporada ha habido muchos cambios; con Quique estamos muy bien y de a poco van a llegar los resultados.
P. ¿Qué cambió con Sánchez Flores?
R. Estamos trabajando mucho mejor. Él organiza los entrenamientos por líneas, específico para los defensas, los volantes y los delanteros; después en otros ejercicios nos complementamos. Ya se va a ver el resultado del trabajo. En la pretemporada hicimos muy buenos partidos.
P. ¿Y qué pasó ante el Sevilla?
R. Fue un partido muy extraño, con muchísimas ocasiones de gol en las dos porterías. Nosotros podríamos haber marcado siete goles y no lo hicimos. Ellos, en cambio, sí. Fue un encuentro demasiado abierto y sucedieron cosas que no nos venían pasando en la pretemporada.
P. ¿En qué piensa un defensa en un partido como ante el Sevilla?
R. Lo pasas pésimo. Nosotros, los defensores, lo único que queremos es dejar nuestra portería a cero, que el equipo se sienta cómodo y seguro. Mientras nosotros no encajemos, siempre va a ser más fácil que ganemos los partidos. Ahora, tenemos que hacernos fuertes como grupo. Quique nos dijo que estuviéramos tranquilos.