Como todo juego, el fútbol tiene polémicas y constantemente se debate si la tecnología debería o no ser aplicada en el reglamento para poder reducir el margen de error de los fallos arbitrales. Un ejemplo clarísimo que comprueba la efectividad de la tecnología se dio este sábado en el encuentro entre Vélez y Arsenal, por la Primera División de Argentina.
Se jugaban 12 minutos del segundo tiempo cuando un centro desde la derecha desencadenó en un escándalo: en una primera impresión, parecía que Rosero Valencia, defensor de Arsenal, había despejado la pelota con la mano, pero la realidad es que la infracción la cometió Mariano Pavone, delantero de Vélez.
El árbitro Germán Delfino había sancionado penal para el local y le había mostrado la roja a Valencia apoyado en su asistente Iván Núñez pero… alguien le avisó que no había sido mano de Pavone y el árbitro decidió volver todo hacia atrás. Valencia, que ya estaba yendo hacia el vestuario, volvió al campo de juego en medio de un revuelo de jugadores de Vélez que no podían creer lo que el árbitro había hecho.
La polémica surge en que, al parecer, alguien ajeno al cuarteto arbitral le avisó al cuarto árbitro, luego de ver la jugada por televisión, que no había sido penal y éste se comunicó con Delfino para comunicarle lo que en realidad había sucedido. En otras palabras, hubo un uso de la tecnología para definir lo que sucedió en la jugada, algo que no está permitido por el reglamento pero que, en este caso, sirvió para enmendar un error del árbitro.
Qué dice el reglamento (Regla 5 del Manual de las Reglas de Juego de la FIFA)
La autoridad del árbitro:
• controlará el partido en cooperación con los árbitros asistentes y, siempre que el caso lo requiera, con el cuarto árbitro
• interrumpirá, suspenderá o abandonará el partido por cualquier tipo de interferencia externa
Decisiones del árbitro
• Las decisiones del árbitro sobre hechos relacionados con el juego, incluidos el hecho de si un gol fue marcado o no y el resultado del partido, son definitivas.
• El árbitro podrá modificar su decisión únicamente si se da cuenta de que es incorrecta o, si lo juzga necesario, conforme a una indicación por parte de un árbitro asistente o del cuarto árbitro, siempre que no haya reanudado el juego o finalizado el partido
El cuarto árbitro y el árbitro asistente de reserva
Deberes:
• Las infracciones que puedan ver mejor que el árbitro principal, sobre todo aquellas que se cometen en el área penal;
• Ayudará al árbitro a dirigir el juego conforme a las Reglas de Juego. No obstante, el árbitro mantiene su autoridad a la hora de decidir sobre cualquier asunto relacionado con el juego.
¿QUÉ DIJO EL ÁRBITRO?
El árbitro Germán Delfino admitió que se marcha "muy mal" del Estadio José Amalfitani, donde revirtió la decisión de sancionar penal en favor de Vélez Sarsfield y expulsar en primera instancia al jugador de Arsenal Daniel Rosero Valencia, algo que "no puede pasar".
"Traté de tomarme el tiempo necesario hasta que hubo un minuto de paz y tomé la decisión. Son cosas que no me pueden pasar. Me voy muy mal. Nunca me pasó, pero hay que ser fuerte y seguir", expresó el árbitro al término del partido que concluyó 2-1 en favor de los de Liniers.
El árbitro reconoció que "fue un error bastante grave" en el contexto del fútbol argentino, pero resaltó que el arbitraje se hace "en equipo", en alusión a que sus compañeros lo ayudaron a cambiar su decisión original.
"Cambié el fallo por un aporte de mis asistentes. Me dijeron que el que había puesto la mano había sido (el delantero de Vélez, Mariano) Pavone", argumentó.
Las protestas se tornaron masivas y de ambos bandos, a partir del momento en que al cuerpo técnico de Arsenal le avisaron por teléfono celular que en la imagen de la televisión se apreciaba que la mano intencional era de Mariano Pavone y no del futbolista del Viaducto.
Si bien "hasta que no se reanuda el juego hay tiempo de cambiar, hubo desprolijidad, y no resolverlo rápido genera confusión".
"El procedimiento fue horrible. Son cosas que no me pueden pasar. Me voy muy mal, pero hay que ser fuerte, hacer borrón y cuenta nueva, y seguir dirigiendo cada partido como si fuera la final del mundo. Espero haber hecho justicia", enfatizó el árbitro.
Delfino halló las causas de la demora en las "protestas y reclamos de todo el mundo", aunque entendió que las reacciones eran "lógicas" teniendo en cuenta lo que había ocurrido.