Once partidos después de sufrir la peor goleada en Wolfsburgo y cuando parecía haber reencontrado sus mejores sensaciones, la derrota encajada este domingo en el Allianz Arena frente al Borussia Mönchengladbach golpeó el ánimo de un Bayern cuyo entorno sospecha que, como el año pasado, el equipo entre en barrena en el momento más importante de la temporada.
Hace ahora un año, el 29 de marzo de 2014, el Bayern empató en casa frente al Hoffenheim y tras igualar en Old Trafford en la ida de cuartos de final (1-1) fue derrotado por el Augsburgo. A pesar de sentenciar su pase a las semifinales de la Champions ante el Manchester United, inmediatamente fue goleado en Múnich por el Dortmund (0-3) y con un fútbol sin la chispa de los meses anteriores afrontó la eliminatoria europea contra el Real Madrid, que le venció en el Bernabéu (1-0) y le aplastó en el Allianz (0-4).
Entre la igualada con el Hoffenheim y el desplome contra el Madrid, el Bayern disputó 10 partidos, en los que encajó cuatro dolorosas derrotas, el doble de las que había sufrido en los 45 partidos precedentes de la temporada.
El equipo de Guardiola, que tiene poco menos que sentenciada la conquista de la Bundesliga (aventaja en diez puntos al Wolfsburgo) visitará el sábado al Borussia Dortmund e inmediatamente viajará a Leverkusen para disputar los cuartos de final de la Copa alemana. Para la hinchada, sin embargo, la preocupación asoma con vistas a la eliminatoria de Champions frente al Oporto, que disputará poco después.
Al Bayern le favoreció el sorteo de cuartos de final de la Liga de Campeones, pero a la vista del juego que mostró el domingo y con el recuerdo de lo sucedido la pasada temporada la preocupación es evidente.