El delantero del Club Sport Herediano, Christian Lagos, habló ampliamente del incidente ocurrido el martes anterior, cuando el jugador del América, Paolo Goltz, le dio una patada en su cara.
En palabras a nuestro programa Al Pie del Deporte, Lagos reprochó la reacción de su colega y las burlas de algunos aficionados al ver cómo quedó su cara.
Pregunta: ¿Cómo se siente hoy tras la desagradable noche contra el América?
Respuesta: Ya por lo menos se pasó el susto. Agradecerle a toda la gente por sus oraciones y lo que queda es esperar de cuánto será para la recuperación. Lo más importante es que ya estoy bien.
P: ¿Qué recuerda de aquella jugada?
R: Lo que recuerdo fue que dobleteamos al ecuatoriano Yendrik y yo, le quito la bola y él me hace la falta pero no me acuerdo de la patada que el muchacho me da… Ya viendo las repeticiones, se puede decir así como en Costa Rica, que fue mala leche (expresión que indica que alguien actúa de mala fe) del jugador del América. Yo sé que va en disputa del balón pero lleva doble intención… Yo no sé cómo habrá jugadores de esa clase al ver que tiene un compañero de profesión y hacer una jugada así. Yo podrá hacer faltas pero no podría hacer eso.
P: ¿El jugador le pidió disculpas?
R: No, en lo absoluto. Más bien gracias a Dios que nadie me dijo ni me acordaba de nada, porque si a mí me hubieran dicho que ese muchacho me pateó, al rato hubiera reaccionado diferente o hubiera hecho una cosa que no tenía que hacer porque sinceramente eso no es de hombres.
P: ¿En qué momento se da cuenta que tenía desfigurada la cara?
R: La cara me la veo hasta que estaba en el hospital. No me fijé en el primer tiempo por lo mismo, para no verme la cara como la tenía. Mucha gente se ha burlado pero ojalá que nunca le llegue a pasar eso a ninguna persona… Pero solo los valientes se paran después de lo que me pasó a mí… Mucha gente dice que tenían que sacarme después de la jugada pero seguí… Hay que rescatar el esfuerzo de los compañeros para sacar el resultado… Estoy agradecido con el pueblo de Costa Rica que ha orado por mí.
P: ¿Usted se ha dado cuenta que es un futbolista querido en Costa Rica?
R: Sí, usted sabe que como todo en el mundo hay gente que lo quiere a uno y hay gente que se burla de uno pero yo todo lo pongo en manos de Dios. Pero a los que se burlan de mí yo solo les puedo decir que Dios los bendiga, porque así como se burlaron de Dios se pueden burlar de cualquier persona… Pero tengo que agradecer a todas personas que están conmigo en las buenas y en las malas.
P: ¿Usted recuerda lo que pasó al finalizar el partido en el camerino?
R: Yo lo único que me acuerdo es cuando terminó el partido e hicimos la oración. Sí me sentía mareado y el fisioterapeuta me dijo que me mudara rápido para ir a revisarme. Yo me estaba cambiando pero de ahí no me acuerdo más… Dicen que me desvanecí. Sí en muchos lapsos del partido, después de la patada, me sentía desorientado, no sabía dónde estaba, yo volvía a ver alrededor y me preguntaba contra quién estamos jugando, dónde estamos jugando, pero seguí dándome al máximo.
P: ¿Le daría la mano al jugador que lo pateó?
R: Sinceramente ya viendo cómo pasaron las cosas, tendría que pensarlo porque eso no es de un jugador. Pero no resiento nada contra él. Yo creo que donde uno se puede vengar y hacerle más daño a él, es adentro de la cancha y demostarle que lo que él hizo no está bien… No hay que ir a patearlo ni hacer lo que él hizo. Esa es una patada mala lecha. Qué hubiera pasado si esa patada me hubiera agarrado más en seco, al rato ni estuviera ahorita hablando con ustedes… Él no sabe el daño que le hizo a mis hijos pero lo que hizo no estuvo bien.
