Este martes la selección de Japón perdió de local 0-3 frente a Túnez en la final del torneo amistoso Copa Kirin.
Japón está en el grupo E del Mundial de Qatar junto con Alemania y Espana. El otro rival saldrá del repechaje entre Costa Rica y Nueva Zelanda.
El combinado japonés ofreció una decepcionante imagen en el Estadio Panasonic de Suita en el último partido de su ronda veraniega de amistosos preparatorios para el Mundial de Catar, certamen que comienza en noviembre próximo.
Los asiáticos venían de golear a la también mundialista Ghana por 4-1 en el primer cruce de la Copa Kirin, y anteriormente habían caído por 0-1 ante Brasil y ganado también por 4-1 a Paraguay.
Los “samuráis azules” fueron claros dominadores de una primera mitad en la que generaron muchos problemas a su rival con la velocidad de Junya Ito y Minamino por las bandas, y en la que sólo se llevaron algún susto a balón parado.
Los nipones dispusieron de una oportunidad clarísima de Kamada en el minuto 34, cuando el flamante campeón de la Europa League con el Eintracht de Fráncfor falló con toda la portería a su disposición a pase de la muerte de Ito, aparentemente al sorprenderle el bote del balón en un césped empapado por la intensa lluvia que caía en Suita.
Cinco minutos antes del final del primer tiempo, el árbitro anuló un gol a Minamino por fuera de juego.
La segunda mitad arrancó también bajo control de los locales y con una Túnez más replegada, a la espera de sus oportunidades al contragolpe.
El peligro nipón seguía llegando por la derecha, donde Junya Ito percutía con insistencia, aunque sus centros se topaban con los centrales, de los mejores del lado visitante.
En el minuto 54, Túnez sacó ventaja de un balón largo en el que la defensa nipona cometió un doble error, primero en un mal despeje que se convirtió en un pase involuntario al delantero Khenissi, derribado a su vez dentro del área por Yoshida. La pena máxima la convirtió Ben Romdhane.
Apoyado por su público, Japón respondió intensificando su asedio sobre el área rival, y con Mitoma, Furuhashi, Doan y Kubo como refrescos en ataque introducidos por el técnico Hajime Moriyasu.
Pero Túnez seguía firme y sin conceder resquicios, y una vez más, encontró el gol en una jugada a priori inocua, un saque de su portero Dahmen. El balón llegó al área japonesa, el capitán nipón Yoshida se durmió y permitió que Mskani le robara la esférica para habilitar a Sassi a falta de 15 minutos del final.
Por si las concesiones anteriores no fueran suficientes, todavía habría tiempo para una nueva sucesión de calamidades defensivas de los locales en el minuto 93, entre ataque y ataque a la desesperada de los asiáticos.
Yoshida, en una noche que probablemente tarde en olvidar, erró en un pase en el círculo central de Mitoma, quien cayó al césped ante la presión de Jebali. El delantero tunecino corrió hacia el área y disparó al ángulo de Schmidt sin encontrarse demasiada oposición de los dos defensas que tenía frente a él, poniendo el definitivo 0-3.